LOS SéPTIMOS DE EUROPA

Los cuidados paliativos trabajan con el dolor del paciente durante y con el de la familia después

Más de 150 pacientes fueron atendidos durante 2014 en la unidad de cuidados paliativos de la ciudad. En su mayoría oncológicos pero el abanico de enfermos se ha ampliado en los últimos 3 años. Trabajar el dolor con el paciente durante la enfermedad y con la familia después son algunas de las funciones de esta unidad que Ceuta lleva 16 años en marcha.

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Durante 2014 en la ciudad unos 150 pacientes, en su mayoría oncológicos, recibieron cuidados paliativos. Desde hace tres años también los reciben enfermos con otro tipo de patologías como pueden ser la esclerosis lateral ametrófica, la demencia o las insuficiencias de órganos complejos como la renal crónica sin posibilidad de dializarse.

En cuanto al momento de empezar con estos cuidados, el ex presidente y cofundador de la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos, Luis Utor, aclara que lo dicta la complejidad del paciente, el tipo de enfermedad y su estadio. Así lo ha expuesto durante su alocución en las IV Jornadas de Cuidados Paliativos, declaradas de interés científico sanitario por la Universidad de Granada y por la Consejería de Sanidad, y que se están celebrando estos días en el hotel parador La Muralla.

 

El dolor, durante y después

El objetivo de los cuidados paliativos es ayudar a los pacientes con una enfermedad grave a sentirse mejor. Éstos previenen o tratan los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y los tratamientos. Con los cuidados paliativos, también se tratan problemas emocionales o sociales. Cuando los pacientes se sienten mejor en estas áreas, tienen una mejor calidad de vida. Aunque el dolor es lo que más preocupa a enfermos y familiares, “no siempre que hablamos de paliativos nos referimos al dolor. La esfera de síntomas que tiene un paciente terminal es grandísima. Hay enfermos que no tienen dolor y están en cuidados paliativos por un trastorno intestinal por el que no paran de vomitar”, explica Utor.

El dolor, durante y después de la enfermedad, son estadios que tienen muy en cuenta los profesionales que trabajan en la unidad de cuidados paliativos de la ciudad desde que su pusiera en marcha hace 16 años con un médico y un enfermero. Imprescindible es trabajar con el enfermo pero también con las familias. “Hay situaciones en la que el principal problema es la familia por el dolor de la pérdida tras una larga enfermedad, en estos casos, hay un duelo complicado con el que también trabajamos. Tan importante es que desde hace un tiempo, la Asociación Española Contra el Cáncer junto con La Caixa ha puesto a disposición de esta unidad una psicóloga y trabajador social que valoran al paciente, a la familia y al cuidador principal”, señala Utor, quien apunta que hay que mimar a este último, “sin él muchos pacientes no podrían estar en casa que es donde siempre quieren estar”.

Los cuidados paliativos, por tanto, deben estar en todos los niveles de la enfermedad. “Hay pacientes que pueden ser atendidos por los profesionales de Atención Primaria, otros por sus especialistas y otra parte que cubrimos con el equipo de cuidados paliativos”, añade Utor.

 

Los séptimos de Europa

Las unidades de cuidados paliativos españoles se encuentran en séptimo lugar en el marco de la Unión Europea. Aún en nuestro país esta especialidad no está reconocida como tal, “sino que debemos formarnos haciendo un postgrado y rotaciones por varias dotaciones especializadas”. Estas unidades se extienden por prácticamente todo el territorio nacional “aunque se estima que faltan un 40% de recursos para una cobertura total a toda la población”. Por tanto, su talón de Aquiles es la cobertura 24 horas que, según ha agregado Utor, se suple con la imprescindible colaboración de las Urgencias de Atención Primaria “con las que estamos coordinados y hacen una magnífica labor”.