La Asociación Derecho a morir dignamente de Asturias exige al gobierno regional “formación e información” sobre la ley de eutanasia aprobada el pasado mes de junio. 

Pilar Cartón, vicepresidenta de la Asociación, y Dulce María Prieto, vocal de la misma, han mantenido un encuentro con al presidente del Principado, Adrián Barbón, en el que le han recordado “la obligación de la administración de informar a la ciudadanía y de formar a los sanitarios”, como explicó Carón. La representante de la organización afirmó que “eso no se está haciendo y es uno de los puntos reflejados en la ley”.

Cartón reconoció que “el tema de la muerte sigue siendo un tabú” y por eso insistió en la necesidad de que se desarrolle el capítulo de la ley que incluye la difusión y la información “porque si un derecho no se conoce, no se puede ejercer”, subrayó.

Un ejemplo es otra ley relacionada con el final de la vida, el conocido como testamento vital. “Desde 2008 se puede hacer el testamento vital y en Asturias vemos que más de diez años es muy bajo el porcentaje de personas que lo han hecho, alrededor del 0,8 por ciento de la población”, apuntó Cartón, que puso en el otro lado de la balanza a “comunidades como País Vasco o Navarra, que han implementado sus políticas de formación e información y donde el porcentaje es más de doble”.

Desde la asociación señalan también que “nos cuesta mucho llegar a los equipos sanitarios”. Y por eso pide al Principado la formación sanitaria necesaria para aquellos facultativos que estén relacionados con la fase final de la vida de las personas. 

En la asociación no disponen datos de los asturianos que han solicitado acogerse a la ley de eutanasia, y no los tienen, dice porque el observatorio de muerte digna de Asturias, “no ofrece datos, no hay transparencia”. Asturias ya ha creado el observatorio, uno de los organismos que se contemplan en el desarrollo de la ley, un organismo formado por sanitarios, trabajadores sociales, psicólogos y responsables de la administración. Está creado pero no se ha reunido. 

Así las cosas, insisten en la asociación, “es fundamental la información y la formación” para que “las personas tengan la capacidad de decidir dignamente” si llega el momento de acogerse a esa ley de eutanasia.