Los últimos claveles en memoria de la lucha de Ramón Sampedro por la ley de la eutanasia

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Lograda la regulación del derecho a una muerte digna, los promotores del recuerdo al tetrapléjico dicen que se alcanzó el objetivo

16 ene 2022 . Actualizado a las 18:04 h.

La playa de As Furnas de Porto do Son acogió este domingo el último acto en memoria de la lucha de Ramón Sampedro por el derecho a una muerte digna y en reconocimiento de todos aquellos que lo hicieron posible.

Transcurridos 24 años desde la muerte del tetrapléjico sonense, amigos y familiares no se reunieron esta vez para reivindicar, sino para celebrar el primer aniversario de la ley de la eutanasia, aprobada por el Congreso el 17 de diciembre del 2020. Desde su entrada en vigor, «50 persoas accederon a este dereito na forma na que está regulado», manifestó durante su intervención el presidente en Galicia de la asociación Derecho a Morir Dignamente, Miguel Anxo García.

Recordándolos afirmó que «estremece pensar como estaban a vivir» y recogió las palabras de Pepe Vila sobre la pelea de su eterno amigo Ramón Sampedro: «Buscaba o dereito de todas as persoas a decidir pola súa vida; a súa era unha loita polos dereitos humanos».

El acto sirvió no solo para rendir tributo y celebrar el triunfo de la batalla abanderada por el sonense, sino también para «rescatar de la memoria a persoas que a partir do de Ramón se viron nunha situación similar», remarcó Xosé Lois Vilar, organizador y amigo del tetrapléjico.

Así, fue nombrándose a 15 ciudadanos que también se vieron desamparados en su aspiración de no prolongar una vida que no les resultaba estimulante. Por cada uno, los presentes fueron recogiendo un clavel. Las flores estaban dispuestas en el centro del espacio de As Furnas en el que se desarrolló el acto y, al final, fueron lanzadas al mar como símbolo de la batalla conseguida.

Siempre vigilantes

Fue Xosé Lois Vilar quien comunicó que, cumplida la misión de la aprobación de la ley de la eutanasia y «contentos de ter acadado o que lle gustaría ter logrado en vida a Ramón Sampedro, manter o encontro sería perpetuar unha memoria como se foxe unha romaxe».

Aseguró que «non faremos de ninguén ningunha memoria sagrada» y señaló que este era un último encuentro «en memoria de todos os que fixeron posible a lei da eutanasia».

Sin embargo, manifestó que estarán vigilantes para que la ley no sea solo un derecho plasmado en un papel.

La música estuvo muy presente durante un acto que contó con la presencia del dúo Barahúnda, integrado por Helena de Alfonso y José Lara, que interpretaron primero un poema de Xosé Iglesias, A miña liberdade, musicado por ellos, para rematar después con Onde vai o mar, con letra y música del propio grupo. Al inicio de su intervención, Helena de Alfonso apuntó que «é unha honra estar aquí», dedicando las composiciones la libertad individual y a Ramón Sampedro.

 También sonó a través de la megafonía instalada en la playa de As Furnas la pieza Samba da utopía, de Jonathan Silva, al tiempo que se leyó un poema de Ramón Sampedro titulado Basta un instante.