El Estado nada tiene que decir si el ciudadano, libremente, quiere morir y es ayudado a ello. En nuestra cultura jurídica vigente se ha establecido la eutanasia como una figura de homicidio cuando la vida es el existir humano, no es meramente el respirar o el bombeo del corazón. Cuando se trata de la eutanasia, el médico no destruye vidas, como ocurre en el homicidio, sino que libera de una situación indigna que vive una persona y lo hace a petición de esta.
Lee el artículo completo de Fernando Pedrós publicado en la revista de DMD nº 75.
El ‘no matarás’ no rige para la eutanasia. REVISTA-DMD-N75 copia
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