Adiós a nuestra compañera Laura Fernández Abalde: «Nunca me esperé un final de vida tan bonito como este»

Prensa DMDGalicia, Notas de prensa, Portada

Este martes 19 de noviembre de 2024, poco antes de las diez de la mañana, ha fallecido en Vigo nuestra amiga y compañera de Derecho a Morir Dignamente (DMD) Laura González Abalde, de 67 años.

Laura se despidió de la vida en la habitación 705 del servicio de paliativos del Hospital Meixoeiro, rodeada de su familia y del equipo médico. Hace unos días, manifestaba que ese era su deseo: «Me parece un broche que ni en una película de Hollywood, nunca me esperé un final de vida tan bonito como este».

Laura padecía un cáncer terminal y ha fallecido como consecuencia de la eutanasia solicitada el pasado 29 de octubre, y lo ha hecho tras vencer las trabas burocráticas de un Servicio Gallego de Salud empeñado en hacer una lectura “reglamentista” de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE). Finalmente, la insistencia de Laura y su repercusión mediática ha conseguido lo que parecía imposible: autorizar una eutanasia en la mitad del plazo previsto.

Laura ha muerto como vivió sus 67 años, luchando. Era activista del movimiento vecinal vigués, amante de los paseos por el monte acompañada de sus amigos (“sin cascos, eh, charlando y mirando el paisaje”) e integrante de la dirección de DMD Galicia desde hace años.

Todos los compañeros y compañeras de la profesión periodística que pasaron por la habitación 705 salieron impresionados por la fortaleza, convicción y alegría de Laura. A todos les trató de concienciar acerca de la necesidad de potenciar unidades de paliativos como la del hospital vigués Meixoeiro, “gente maravillosa, atenta, eficaz y delicada” a la que expresaba un profundo agradecimiento. Laura también animaba a hacer el testamento vital como instrumento imprescindible para guiar a parientes y sanitarios sobre lo que uno desea en sus últimos momentos.

Ambiciosa en la lucha por el derecho a morir bien, dignamente, Laura advertía que “en los próximos años, en nuestro país, habrá que luchar para mantener lo conseguido con la Ley de Eutanasia, reclamar su cumplimiento efectivo, y por eso la gente tiene que reflexionar bien a la hora de votar, y no apoyar a fuerzas o partidos que tratan de restringir derechos como la muerte digna o el aborto”.

Laura decía que afrontaba el final sin miedo, solo con temor a las agujas necesarias para poner las vías. “Será como una anestesia total, una muerte feliz”, aseguraba nuestra compañera estos últimos días. Cuando algunos le comentábamos que su caso nos recordaba un poco al de Ramón Sampedro, Laura era tajante: “Qué va, hombre… Obviamente coincidimos en la lucha, y la mía empezó en gran medida por su ejemplo, pero Ramón tuvo una mala vida y una mala muerte, yo tuve una buena vida y tendré una buena muerte”.

Desde DMD queremos agradecer a Laura su incansable lucha por la libertad durante toda su vida y su generosidad, así como a todas las personas que han intervenido y que han cuidado de ella en esta última etapa, como su equipo asistencial, comprometido desde el primer momento con respetar la voluntad de Laura.

 

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