Alain Cocq, ciudadano francés que pide la eutanasia, dejará de comer y beber para morir

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Alain Cocq denuncia su caso en televisión

El 25 de agosto se reunirá con altos cargos del Gobierno francés para pedirles la despenalización de la eutanasia en Francia y el 4 de septiembre solicitará la retirada de los tratamientos que le mantienen con vida

Alain Cocq prefiere morir rápido, mediante una eutanasia, pero hacerlo es ilegal en Francia. Aquejado de una dolencia irreversible y para la que no existen tratamientos, ha decidido dejar de comer y de beber para no seguir viviendo. Es lo único que le permite la ley. Para denunciar esta injusticia escribió una carta al Presidente de la República, Emmanuel Macron, reclamándole la despenalización de la muerte asistida. Según ha informado, se reunirá con miembros del Gobierno el 25 de agosto en el Palacio del Elíseo.

Cocq había previsto empezar su proceso de morir –la retirada de todos los tratamientos que lo mantienen con vida, incluidos la alimentación y la hidratación– el 26 de agosto. Lo ha postergado al 4 de septiembre. «Tengo respeto por las instituciones, no quiero ir a París con la soga al cuello», ha explicado el francés a Franceinfo.

«Tengo una enfermedad rara que desde hace cuatro años cada vez se complica más; afecta a todos mis órganos vitales, tengo cuatro aneurismas cerebrales y si no tomo la medicación empiezo a convulsionar», cuenta Cocq. «Consolarme con una vida virtual en internet no me produce ninguna satisfacción, estoy confinado en mi cama. Ya no es vida», asegura.

Cocq decidió escribir a Macron porque considera «barbarie» tener que solicitar la retirada de tratamientos y dejarse morir. Pero es lo máximo que permite la norma (la conocida como ley Leonetti), muy criticada, en Francia. «Mis cuidadores estarán a mi lado, pararemos las sondas y las infusiones que me hidratan y alimentan y solo tendré un tratamiento sedante con el que moriré poco a poco», explica.

Conseguir la eutanasia

Su objetivo es cambiar la norma, tal vez ya no para él, pero sí para las personas que afronten situaciones similares en el futuro. «Quería que se diese cuenta de que la ley Leonetti no es suficiente, que no está a la altura del sufrimiento de los pacientes», afirma. «Yo habría preferido morir con dignidad, de repente, sin sufrir».

El día 25 por la tarde se reunirán con el jefe de Gabinete de Macron, con su asesora en cuestiones de Salud y con el responsable del plan nacional de cuidados paliativos en Francia. «Quieren que les explique mi planteamiento con más detalle ¡Pero si está clarísimo!», sentencia.

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