La enfermedad, el final de la vida y la muerte siguen siendo cuestiones difíciles de abordar. El arte no puede quedar ajeno a la sensibilidad social, mayoritariamente favorable a la eutanasia, y al debate social incipiente sobre la muerte voluntaria.
Por LOREN ARSEGUET
En DMD utilizamos el enorme poder concienciador de la literatura y sobre todo del cine, a través de cinefórum y de tertulias literarias, para superar el tabú de la muerte y construir una nueva cultura del final de la vida y del morir, laica y democrática.La buena muerte, la eutanasia y la muerte voluntaria están muy presentes ahora mismo en el debate público gracias a varias películas recientes e incluso declaraciones públicas de sus directores. El silencio que solía rodear el final de la vida se está resquebrajando, cae el tabú
DOS PELÍCULAS POR DESCUBRIR
Este otoño podemos ver dos películas que abordan la problemática del ‘buen morir’: La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, León de Oro en el Festival de Venecia y El último suspiro de Costa-Gavras presentada en el Festival San Sebastián. A la hora de escribir este artículo, no hemos podido ver todavía estas dos películas, pero nos han llamado la atención las declaraciones públicas de los dos directores, profusamente difundidas por los medios de comunicación: unos alegatos clarísimos a favor de la eutanasia e incluso de la muerte voluntaria.
La película de Almodóvar, como la novela que la sustenta, cuenta la historia de “una mujer que agoniza en un mundo agonizante y de la mujer que decide acompañarla en sus últimos días”, declaró el director, matizando más adelante que “no solo habla de la solidaridad sin límites, sino también de la decisión de un personaje de terminar con su vida cuando esta solo le ofrece un dolor sin solución”.
Las declaraciones de Almodóvar en la gala en la cual le fue entregado el León de Oro en Venecia, son una clara reivindicación de la libertad a decidir al final de la vida:
“Despedirse de este mundo limpia y dignamente creo que es un derecho fundamental de todo ser humano. No es un asunto político, sino humano y es desde la humanidad como hay que abordarlo, aunque los gobiernos tengan que articular las leyes adecuadas para que esto se pueda llevar a cabo. Sé que este derecho atenta contra cualquier religión o credo que tenga a Dios como única fuente de vida y por lo tanto ha de terminar con ella. Yo les pediría a los practicantes de cualquier credo que respeten y no intervengan en decisiones individuales al respecto. El ser humano debe ser libre para vivir y para morir cuando la vida sea insufrible.”
No nos cansamos de escuchar el discurso de Pedro Almodóvar tras ganar el León de Oro del Festival de Venecia 👏🏽 pic.twitter.com/8Yz13Pi5bt
— Derecho a Morir Dignamente (@derechoamorir) September 21, 2024
Siguió un larguísimo aplauso del público. Desde DMD queremos agradecer una película y unas palabras que vuelven a poner el foco sobre un tema que Costa-Gavras califica de “gran tema del siglo XXI”.
«YO VOY A MORIR, AYÚDAME A MORIR»
En la película de Costa-Gavras, un filósofo y un médico paliativista debaten y se confrontan a situaciones de final de vida y a la muerte. “Estamos en un momento en el que hay que hablar a la sociedad del asunto” porque “lo fundamental es partir con dignidad para uno mismo y para los que quedan”, declaró el director cuya intención expresa es luchar contra el tabú que rodea la muerte -“un tabú total”- para que podamos prepararnos para el final ineludible, “la partida”, como la llama, en vez de esperarla pasivamente.
Aunque su película parte de un libro centrado en los cuidados paliativos, sus palabras van más allá: “Los Estados deberían tener el valor – bueno, los políticos- de crear más allá de los cuidados paliativos, lugares donde alguien llegado al punto en que la vida ya no le interesa, o cuyo organismo, el cuerpo no puede más, o la memoria le falla y ya no desea vivir, pueda morir, decir ‘Yo voy a morir, ayudadme a morir’.”
TAMBIÉN UN DOCUMENTAL Y UNA SERIE
Queremos también señalar una película documental La decisión de Joaquina, dirigida por Javier Falcó. Recién estrenada en Valencia, es el relato de una batalla por la muerte digna. Joaquina Sánchez fue una militante por la libertad en los tiempos negros de la dictadura, y fue una mujer de vanguardia en su deseo de morir sin pasar por un calvario de sufrimiento. Enferma avanzada de Alzheimer, le cerraron las puertas de la eutanasia, pero sus hijas se juramentaron para cumplir con su voluntad y lo consiguieron. Hablaremos más ampliamente de este caso y de la película en el próximo número de esta revista.
Y finalmente, Rapa, una excelente serie policíaca muy popular trata, como línea secundaria del relato, de la decisión de morir. A lo largo de las tres temporadas seguimos la evolución del personaje principal, Tomás, enfermo de ELA: los primeros síntomas de la enfermedad, las dificultades y la dependencia crecientes en la vida cotidiana, y la firme voluntad del personaje de decidir cuándo, cómo y dónde morir. Un tratamiento cuidadoso del tema que provoca a la vez empatía y reflexión y contribuye ciertamente a normalizar el tema.
Artículo publicado originalmente en el número 92 de la revista de DMD.
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