Más de doscientas personas asistieron a la proyección de la película Soñando con leones y al debate posterior organizado por Derecho a Morir Dignamente (DMD) Navarra en los cines Golem de Pamplota-Iruña el pasado 17 de noviembre.
Cabe destacar que la película proyectada gustó mucho al público presente. En el debate, que contó con la participación de Camino Oslé y Manu Eciolaza, activistas de DMD Navarra, surgieron muchas cuestiones como la presión y la incomprensión en torno a la persona que decide morir para evitar el sufrimiento de una enfermedad terminal.
También se habló de la suerte que tenemos en España de contar con una legislación como la ley de la eutanasia en comparación con otros países, como Portugal, país de la protagonista, aunque también se destacó la aplicación irregular existente en las diferentes comunidades autónomas.
Otros temas que centraron el debate fue el de la muerte como un negocio o cómo el nivel económico de las personas repercute en aspectos relacionados con el final de la vida.
Intervención en Navarra TV
Previamente a este encuentro, Soco Lizarraga, presidenta de DMD Navarra, y Camino Oslé participaron en el programa Está pasando de Navarra TV. En su intervención destacaron la importancia de reflexionar sobre el proceso del final de la vida poniendo el foco en el derecho a morir dignamente y en primer lugar, pensando qué significa para cada persona la muerte digna.

Accede aquí a la intervención de Soco Lizarraga y Camino Oslé en el programa «Está pasando» de Navarra TI (a partir del minuto 10).
Durante su participación en el programa Lizarraga y Oslé señalaron que aunque muchas personas tienen la muerte como un tabú, es importante reflexionar y dejar constancia de las preferencias y voluntades de cada uno en un testamento vital. Además, es importante realizar el registro de este documento en el centro de salud antes de que la persona se encuentre mal, para no hallarse en una situación vulnerable.
Precisamente, hablar previamente con la familia y realizar este testamento vital permite que la persona exprese lo que quiere y que la familia pueda acompañarla en el final de la vida, incluso ante una petición de eutanasia cuando no se quiere vivir un deterioro grave de la salud.
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