- La asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD-Aragón) se manifestará el 2 de noviembre, día de la muerte digna, en la Plaza de España de Zaragoza para reivindicar el derecho a una muerte asistida
El próximo 2 de noviembre, la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD-Aragón) ha convocado en la plaza de España de Zaragoza, a las 19.00, una concentración para reclamar al Congreso de los Diputados la legalización y regulación de la eutanasia y el suicidio asistido.
El acto se celebra después de que tanto las Cortes de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza hayan aprobado, en sendos plenarios, declaraciones formales en el mismo sentido: solicitando al gobierno de España y al Congreso de los Diputados las modificaciones legislativas precisas para facilitar el derecho inalienable de las personas a recibir ayuda para poner fin a su vida cuando esta sólo les provoca sufrimiento y degradación.
La eutanasia y el suicidio asistido son legales en varios países europeos (Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Suiza), en diversos estados de EE. UU. (Oregon, Washington, Montana, Vermont y California), en Canadá, Colombia y está cerca de aprobarse en Victoria (Australia). De manera paulatina, el derecho a morir dignamente transciende los protocolos médicos para las sedaciones terminales y se encamina hacia la regulación de la muerte asistida cuando esta está debidamente motivada. En España, sin embargo, el final de la vida de muchas personas sigue siendo terrible y doloroso. No se ha puesto fin a los casos de encarnizamiento terapéutico y las leyes que pretenden acabar con esta situación (como la actualmente vigente en nuestra Comunidad) no acaban de funcionar porque ni se desarrollan ni se divulgan entre los profesionales sanitarios y la ciudadanía.
DMD-Aragón llama a los zaragozanos a concentrarse el 2 de noviembre, pronunciarse en este sentido y a conocer los recursos que pone en sus manos la Ley de Autonomía del Paciente y nuestra propia Ley de muerte digna: derecho a ser informados, a suscribir un documento de últimas voluntades o testamento vital, a reclamar la analgesia y la sedación paliativa que eliminen el dolor y el sufrimiento.
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