Son «el enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades que amenazan la vida, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento, por medio de la identificación temprana y la impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, psicosociales y espirituales», según la Guía de práctica clínica de cuidados paliativos.
El objetivo de los cuidados paliativos se resumen en tres palabras: morir en paz.
Tres de cada cuatro personas necesitarán atención paliativa al final de su vida, ya sea a través del médico/a de cabecera, de la residencia de ancianos, del especialista del hospital o de los equipos específicos de paliativos. Los cuidados paliativos proporcionan una atención integral tanto del paciente como de sus familias, no solo durante los últimos días, sino desde el inicio del proceso, y deben continuar esta atención en el periodo de duelo.