Josep se marchó con una sonrisa

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A pesar de las dificultades iniciales, Josep Aparicio, de 66 años y enfermo de párkinson, consiguió su propósito de morir rodeado de los suyos, de forma serena y con completa dignidad. Un proceso en el que estuvo acompañado por su esposa, que escribe esta crónica de una larga despedida.

Por TERESA MARTÍ

El día que Josep me dijo que quería hablar conmigo, algo en mi interior me anunció lo que me iba a proponer. Hacía ya más de dos años que mi marido había empezado a sopesar la posibilidad de solicitar la eutanasia, pero siempre lo hacía en momentos de dificultad, durante un episodio de depresión (uno de los síntomas no motores del párkinson) o cuando había tenido algún incidente grave con alguna persona a consecuencia de su enfermedad. En aquellos momentos, yo le escuchaba sabiendo que al día siguiente seguiría viviendo su enfermedad con paciencia y con ganas de ir superando las dificultades. Pasaron los meses y los años hasta que llegó el día que me comunicó que había decidido poner fin a su vida.

Casualmente, yo había gestionado una cita con la trabajadora social del centro de atención primaria para añadir a nuestros documentos de voluntades anticipadas (los teníamos hechos desde el año 2016) que, llegado el momento, deseábamos acogernos a la eutanasia. Con esta intención fuimos a verla dos días después. Cuando lo comentamos, la trabajadora social nos dijo que ella recogía la petición, ya que nuestro médico de cabecera estaba de vacaciones, y que la transmitía al médico responsable de eutanasia del centro de atención primaria de Vic. Al día siguiente nos llamó para explicarnos que este le había comunicado que no era posible aplicar la ayuda a morir a Josep porque había leído en su historial médico que tenía una demencia asociada al párkinson.

Josep defendió que el tipo de demencia que sufría no le impedía decidir sobre su futuro y que, si no se lo permitían, iría a buscar otro médico o viajaría a otro país o, en el peor de los casos, intentaría acabar con su vida él mismo. Ante su determinación, el médico aceptó hacer unas pruebas con las que confirmar que Josep tenía realmente la capacidad cognitiva para tomar aquella decisión. El test dio un resultado que confirmaba que el incipiente deterioro cognitivo de Josep no le impedía decidir sobre su vida y, en consecuencia, solicitar la ayuda a morir. Josep, que había pasado dos días hundido ante la negativa inicial, expresó su liberación ante el médico, la trabajadora social y las dos enfermeras que nos acompañarían a lo largo de todo el proceso. Ese día, la complicidad entre los seis puso en marcha el camino hacia la eutanasia. Después de hablar con nuestra referente de la asociación DMD de Barcelona para explicarle la situación, fuimos a comer con nuestros hijos que, pasados los primeros días en los que lloraron abrazados a su padre, vivieron todo el proceso con nosotros. Saber que aquello era lo que su padre deseaba, les permitió compartirlo todo con serenidad y paz.

Convencido hasta el final

En la primera entrevista tras conocer el resultado de las pruebas, el médico le hizo a Josep una serie de preguntas para asegurar que estaba realmente seguro de lo que solicitaba. Josep respondió convencido y le habló de la Revolución francesa para acabar diciendo que él deseaba tener la misma libertad para decidir sobre el momento de finalizar su vida. Su carrera como historiador se había colado en la sala del médico para ayudarle a reivindicar esa libertad tan anhelada. A partir de ese momento, comenzó un periplo de tres meses en los que Josep firmó el primer documento y quince días después el segundo, con los que confirmaba su deseo de dejar de vivir. A lo largo de esos quince días, el médico hizo lo que la ley le obligaba: deliberar con Josep una decisión que sabía que él tenía tomada y que él mismo apoyaba, porque la Ley de Eutanasia está elaborada de manera que ofrece todas las garantías para asegurar que la persona que ha tomado la decisión lo hace totalmente convencida, sin ninguna coacción y en plena capacidad cognitiva para hacerlo. Una vez finalizado el periodo de deliberación y firmado el segundo documento, llegó el turno del médico consultor. En este caso, era imprescindible el informe de un neurólogo que apoyara o rechazara el informe favorable elaborado por el médico referente.

Durante el proceso, le preguntaron a Josep si quería morir en casa o en un hospital. Él dijo que en el Hospital Santa Creu de Vic porque es un centro acogedor y amable, y porque sus profesionales han sido pioneros en la aplicación de los cuidados paliativos. Sin embargo, cuando Josep propuso ser donante de órganos, tuvo que modificar su primera intención, ya que era necesario ir al hospital general para disponer de un quirófano. A partir de aquel momento, el equipo de coordinadores de trasplantes del Hospital Clínico de Barcelona se puso en marcha para organizar todo el proceso de donación.

La entrevista con el médico consultor fue larga y, de la misma manera que había hecho el referente de eutanasia, reconoció que el párkinson era incurable, que no tenía tratamiento y que iría avanzando al ser una enfermedad degenerativa. También le habló de otras opciones como ir a una residencia si el motivo para solicitar la eutanasia era liberar a la familia de la carga de cuidarle. Entonces el médico supo que, precisamente, esa era la línea roja que Josep siempre había dicho que no estaba dispuesto a atravesar en el proceso de su enfermedad: ir a una residencia. Esta explicación dejó al médico sin argumentos para modificar la decisión que Josep había tomado y nos comunicó que haría el informe favorable.

Josep Aparicio con su esposa Teresa Martí, autora de este artículo. Foto de Albert Llimós (EL 9 NOU)

Cuenta atrás para la despedida

Las semanas posteriores a la entrevista con el médico consultor las ocupamos recibiendo a amigos, vecinos, familia y antiguos compañeros de trabajo que querían despedirse de Josep. A todos los recibimos con una sonrisa, Josep el que más. Aunque la mayoría marchaba llorando tras el abrazo que se daban mutuamente, todos se iban con mucha paz. Muchos de ellos venían con el corazón encogido y hablaban de todo menos del motivo que los había traído a casa. En un momento u otro, Josep o yo misma sacábamos el tema y, después de unos segundos de silencio, todos, absolutamente todos, expresaban sus sentimientos. Algunos nos decían que ni siquiera sabían que existía esta ley y aún menos el documento de voluntades anticipadas. Muchos nos reconocieron que hablar de la muerte y más ante la persona que ha solicitado la ayuda para morir era muy difícil y que no lo habían hecho nunca, pero que les estaba resultando más fácil de lo que se habían imaginado. Este quizás fue el aspecto más bonito de todo el proceso, ofrecerles la posibilidad de despedirse de Josep y a él de despedirse de ellos, así como facilitar que pudieran expresar lo que su relación había supuesto en sus vidas y agradecerse mutuamente lo que habían compartido.

Nos anunciaron que el médico referente enviaba su informe junto con el del médico consultor a la Comisión de Garantía y Evaluación para que revisara todo el proceso y diera la autorización. Pasamos dos semanas esperando hasta que llegó la resolución definitiva. La comisión respondió entonces de forma favorable a la solicitud de Josep. Había llegado el difícil momento de poner fecha. Elegimos el 4 de octubre.

El momento de acompañarle al hospital era uno de los más temidos por mí y nuestros hijos. Es un viaje muy corto que hemos hecho infinidad de veces, pero hacerlo sabiendo que acompañas a un ser querido a morir hacía que tomara unas dimensiones inmensas. Cuando nos comunicaron que la extracción de los órganos precisaba que la intervención se hiciera a las dos de la tarde, el problema se agravó al pensar en la mañana que tendríamos que pasar antes de dirigirnos al hospital. Sin embargo, este hecho nos regaló la posibilidad de pasar las últimas horas los cuatro juntos hablando, riendo, llorando y recordando momentos que habíamos vivido juntos, hasta que llegó el instante de marchar. El camino al hospital fue entonces más fácil.

“Le cogimos de la mano y le dijimos, con la voz quebrada, que ya podía descansar. Él nos regaló su última sonrisa, cerró los ojos y se quedó dormido”

Allí nos esperaban algunos familiares y amigos que quisieron estar a nuestro lado. Josep los saludó y se volvió a despedir de cada uno de ellos. Una vez en la habitación se pudo despedir de la persona (ahora ya amiga) que le había cuidado y acompañado durante los últimos tres años, así como del equipo de coordinadores de trasplantes del Hospital Clínico que conoció días antes cuando nos visitaron en casa y quisieron despedirse de él y agradecerle su gesto. También se despidió del equipo referente de eutanasia que acudió a verle antes de entrar en el quirófano. La complicidad vivida durante todo el proceso hizo que aquel fuera uno de los momentos más emotivos.

Finalmente, llegó el difícil momento de despedirnos nosotros. Durante tres meses habíamos tenido conversaciones largas, momentos muy emocionantes, paseos y horas a solas en las que habíamos tenido tiempo de recordar, de compartir y de empezar a despedirnos. Había llegado el momento de dejar que se fuera, de darle la mano para acompañarle en ese último viaje. Y lo hicimos.

Le cogimos de la mano y nos dijimos, una vez más, que nos queríamos, y con la voz quebrada que ya podía descansar. Él nos regaló su última sonrisa, cerró los ojos y se quedó dormido. Un momento que nunca olvidaremos y que fue el inicio del final del dolor, de la imposibilidad de hacer las cosas de la vida cotidiana de forma autónoma, de necesitar que alguien le ayudara a vestirse y a comer. El final de no poder conducir ni ir en bicicleta (su querida bicicleta), el final a tener que caminar siempre con bastones para evitar caerse o que la caída fuera menos dolorosa. Acabar con una dependencia que le tenía encarcelado dentro de un cuerpo que ya no era el suyo. Abandonar la imposibilidad de pintar (su gran afición), de leer, de escribir, de ir al cine o al teatro. Terminar, en definitiva, con una vida que ya no deseaba, con la libertad de elegir el momento y la forma de hacerlo. Josep había elegido realizarlo de forma serena, en paz y con la máxima dignidad. Y lo consiguió.

Josep Aparicio abraza a sus cuidadoras. Foto de Marc Senyé (EL 9 NOU)

Artículo publicado originalmente en el número 93 de la revista de DMD.

Más de 1.000 personas han logrado morir por eutanasia en España desde la aprobación de la ley hace cuatro años

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Menos de la mitad de los solicitantes acaban logrando la prestación de ayuda para morir: una cuarta parte de ellos fallecen esperando. Catalunya es donde se practican más eutanasias, 142 en 2024, mientras que en el conjunto de España fueron 427 el año pasado. La asociación Derecho a Morir Dignamente pide cambios legislativos para impedir que los tribunales paralicen eutanasias aprobadas.

Más de 1.000 personas han logrado ayuda para morir en España desde la entrada en vigor de la Ley de Eutanasia hace justo cuatro años, el 25 de junio de 2021. En concreto, hasta el pasado año 2024 se realizaron un total de 1.034 eutanasias, según datos del Ministerio de Sanidad recogidos por la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), lo que supone el 42% de las 2.475 solicitudes de la prestación de la ayuda para morir que se habían presentado hasta entonces. Según una estimación de DMD basada en cifras aportadas por varias comunidades autónomas, el número de eutanasias desde que se aprobó la ley ha superado las 1.300 en lo que llevamos de 2025.

En España, a una cuarta parte de las personas que solicitan la eutanasia se les deniega la prestación de ayuda para morir, y otra cuarta parte de los solicitantes fallecen durante su tramitación. Por ese motivo, DMD exige “agilizar los plazos de la prestación” para que la resolución no tarde más de 30 días, ya que en la actualidad la media es de 49 días (siete semanas), “un plazo inasumible para personas en situación terminal”. Del mismo modo, en el cuarto aniversario de la ley, la asociación DMD, referente en los derechos al final de la vida, pide cambios legislativos que impidan la paralización en los tribunales de eutanasias aprobadas conforme a la ley, como ha sucedido en los mediáticos casos de Noelia y Francesc, ambos en Barcelona.

“La eutanasia se abre camino en España, pero muy lentamente y con muchas desigualdades entre territorios”, ha apuntado el vicepresidente de DMD, Fernando Marín, este miércoles en la rueda de prensa celebrada en el Col·legi de Periodistes de Catalunya para evaluar el desarrollo de la Ley Orgánica de Regulación de Eutanasia (LORE). “En 2024, las prestaciones de ayuda para morir aumentaron un 28%, pero siguen existiendo tasas de eutanasia muy dispares entre comunidades autónomas. Con los datos existentes, no es correcto afirmar que la prestación funciona de manera adecuada en todo el país, como sostiene el Ministerio de Sanidad”, resume Marín.

Las cifras de eutanasia en España son ascendentes año tras año, “aunque todavía quedan lejos de las de otros países europeos donde la prestación de ayuda para morir es legal desde hace más tiempo”, indican en DMD. En 2021, desde la entrada en vigor de la ley hasta final de año se registraron 173 solicitudes y 75 eutanasias. En 2022, fueron 576 solicitudes y 288 eutanasias, respectivamente, con una tasa del 0.67 por cada 1.000 fallecimientos. En 2023, se contabilizaron 766 solicitudes y 334 prestaciones, con una tasa de eutanasia de 0.77 por cada 1.000 fallecimientos. A falta de la publicación del informe anual del Ministerio de Sanidad con datos pormenorizados, en 2024 se registraron 960 solicitudes y se realizaron 427 prestaciones de ayuda para morir.

Catalunya es la comunidad donde se realizan más eutanasias: en 2024 se registraron 358 solicitudes de ayuda para morir, lo que supone un incremento del 63,43% respecto a 2023, con un total de 142 eutanasias, un 51% más que el año anterior, según ha explicado Cristina Vallès, presidenta de DMD Catalunya, en la rueda de prensa celebrada en Barcelona. “Estos datos confirman que la eutanasia se consolida como un servicio más dentro de la cartera de derechos sanitarios, porque la prestación ya representa un 0,21% de las defunciones en Catalunya”, según Vallès. “Sin embargo, la experiencia de DMD en la atención a la ciudadanía, ponen de manifiesto la existencia de barreras estructurales y procedimentales que hay que abordar con urgencia, como el alto número de denegaciones de la prestación en casos de sufrimiento o enfermedad mental, o que en Catalunya el tiempo para resolver una solicitud sea de 63 días de media”, apunta la presidenta de la asociación catalana de DMD.

“Las solicitudes no deben tardar más de 30 días en resolverse, 20 como mucho en casos de personas con una enfermedad terminal”, apuntan desde DMD, que reclama “agilizar los plazos de la prestación” para garantizar que las personas solicitantes de la eutanasia puedan encontrar un médico responsable en un plazo de entre 48 y 72 horas. El vicepresidente de la asociación, Fernando Marín, pide además “voluntad política” para “reducir la desigualdad” que existe entre las diversas comunidades autónomas, así como registrar todas las solicitudes de la prestación de la ayuda para morir que se producen en España, “ya que muchas desaparecen por falta de respuesta inicial de los médicos o por otro tipo de trabas administrativas”. Del mismo modo, desde DMD se reclama a la sanidad privada que cumpla con la ley, porque sus cifras de eutanasias son marginales, “ya que rechazan hacerlas y las derivan a la pública, que concentra más del 90% de los casos.

Eutanasias en los tribunales

Otra de las demandas de DMD es la introducción de cambios legislativos que impidan casos de eutanasias judicializadas como las de la joven Noelia o la de Francesc, dos residentes en la provincia de Barcelona que tienen autorizada la prestación de ayuda para morir según establece la ley, aunque sus familiares han conseguido paralizarlas, de momento, en los tribunales. “Estas dos personas solicitaron la prestación de ayuda para morir y se les fue aprobada, pero están siendo obligadas a vivir en contra de su voluntad por los recursos judiciales interpuestos por sus familiares, en un contexto eutanásico de pérdida de dignidad por el deterioro irreversible de su calidad de vida y sufrimiento constante e intolerable”, denuncia la asociación, que lamenta que la Justicia “se preste a la manipulación de grupos que pretenden imponer su ideología contra una ley aprobada democráticamente”.

A pesar de su “gravedad”, DMD subraya que estos dos casos suponen “algo excepcional” ya que son los dos únicos que se han paralizado en los tribunales en estos cuatro años, mientras en el conjunto de España ya se han practicado más de un millar de eutanasias sin problemas desde 2021. “Queremos dar todo el apoyo a las dos personas a las que desde los tribunales se les está impidiendo su derecho a acceder legítimamente a la eutanasia aprobada por la Comisión de Garantía y Evaluación de Catalunya tras un largo proceso extremadamente garantista”, concluyen desde DMD.

Progresos e atrancos na implantación dos dereitos sanitarios de final de vida

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DMD, asociación sen ánimo de lucro, é a organización de referencia en defensa da libre disposición da propia vida e do dereito a decidir sobre o final dela co fin de termos una boa morte. Defendemos, de modo especial, o dereito dos enfermos terminais e irreversibles a morrer sen sufrimentos, se este é o seu desexo expreso, e asesoramos de forma gratuíta sobre dereitos sanitarios.

Desde a Lei 41/2002 básica reguladora da autonomía do paciente, temos recoñecidos os seguintes dereitos:

  • Dereito á información sobre a situación clínica, o diagnóstico, as opcións terapéuticas dispoñibles e o prognóstico probable.
  • A renuncia ou rechazo a calquera tratamento, en calquera momento, aínda que isto supoña adiantar a morte.
  • O dereito de facer o Testamento Vital ou Documento de Instrucións Previas, documento legal no que unha persoa maior de idade, capaz e libre, manifesta anticipadamente a súa vontade sobre os coidados e tratamentos sanitarios que podería precisar no futuro, en que condicións considera que a súa vida é digna de ser vivida, o destino final do seu corpo e órganos, así como adiantar a morte coa solicitude da eutanasia, co fin de que esta vontade sexa coñecida e respectada no momento en que non teña capacidade para manifestala .

As unidades habilitadas para o Rexistro do TV foron aumentando paulatinamente desde o 2014, sendo a día de hoxe 98: A Coruña 48 , Lugo 6 , Ourense 20 e Pontevedra 24.

Parécenos moi positivo a ampliación de unidades habilitadas e o incremento no número de rexistros de TV, pero seguimos sen comprender cal é o criterio para que o número de unidades habilitadas sexa tan desigual entre as 4 provincias . Así mesmo denunciamos a desaparición en Vigo da Unidade do Hospital Nicolas Peña e a demora nas citas na Delegación da Xunta (a día de hoxe dan vez para finais de outubro!).

Desde 2021 hai un incremento constante de novos rexistros de DIP (Documento de Instrucións Previas):

  • Ano 2021: un total de 1357
  • Ano 2022: un total de 1663
  • Ano 2023: un total de 2407
  • Ano 2024: un total de 2887

Sabemos tamén do atraso de moitos meses, en ocasións de un ano, na incorporación do DIP á Historia Clínica (HC), impedindo que o persoal médico o coñeza e proceda á súa aplicación. Sobre as causas que motivan este atraso temos feito perguntas tanto na Comisión de Sanidade do Parlamento como dirixidas ao Conselleiro, sen que teñamos recibido aclaración algunha.

Aínda sabendo que o TV, unha vez formalizado, ten valor e que en casos considerados urxentes polo estado clínico da persoa son incorporados na HC, o feito de non estar na HC supón un obstáculo ó impedir o exercicio de dereitos fundamentais como son a liberdade, a dignidade e a autonomía da cidadanía.

A 31 de dec 2024 constan rexistrados 20.104 TT.VV., correspondendo un 64 % a mulleres. Un 63 %  incorpora a doazón de órganos e un 79% solicita a eutanasia se reunise os criterios marcados na LORE. Este número que supón que 7/1000 da poboación ten feito o DIP, sendo unha das comunidades cunha taxa máis baixa. Navarra, Cataluña ou Euskadi chegan a un 22- 24/1000. Preguntámonos se hai vontade por parte da Consellería de mellorar esta taxa e facer que a Galiza estexa á altura das comunidades mais avanzadas?

COIDADOS PALIATIVOS

Existe un plan galego de coidados paliativos de 2007 actualizado en 2014 e a lei de 2015 de dereitos e garantías da dignidade das persoas enfermas terminais onde se recolle, entre outros, estes dereitos:

  1. Protexer a dignidade da persoa no proceso do final da súa vida e a salvagarda da súa intimidade e confidencialidade.
  2. Defender proactivamente a liberdade, a autonomía e a vontade da persoa, respectando os seus desexos, prioridades e valores no proceso do final da súa vida.
  3. Garantir o dereito das persoas no proceso final da súa vida a recibir coidados paliativos integrais e un tratamento axeitado tanto para o proceso físico coma para os problemas emocionais, espirituais ou sociais, onde prefiran recibilos.

En DMD recollemos constantemente preocupacións e queixas de persoas motivadas porque os seus familiares viven un final de vida sen recibir os CC.PP. adecuados para eles e a familia, prolongando os sufrimentos dun xeito innecesario, cando poderían ser evitados se se levase á práctica o recollido na lei como é o acceso universal aos CC.PP. ata a sedación terminal. Requirimos un esforzo de melloría e actualización do plan galego de coidados paliativos e o cumprimento da Lei 2015. Tamén a creación dun Observatorio de Morte Digna na Galiza para coñecer realmente como se está a morrer na nosa comunidade e así poder mellorar a calidade da morte.

EUTANASIA

A LORE entrou en vigor o 25 xuño de 2021, unha lei moi garantista que recoñece un novo dereito individual como é o de solicitar de forma reiterada e consciente axuda médica para morrer, se se cumpren os requisitos marcados na LORE e vaise aplicando pouco a pouco con aspectos positivos como é o rexistro da primeira solicitude e o nomeamento do médica/o responsable pola dirección da área sanitaria, mas tamén con certos atrancos.

Existe falta de información entre a cidadanía e de formación entre o persoal sanitario. Para o persoal sanitario, a prestación de axuda a morrer supón un cambio no paradigma médico relacionado cos fins da medicina, que inclúe o acompañamento e o coidado cando non se pode curar, o alivio do sufrimento e a axuda para conseguir unha morte digna e que require tempo para levar adiante o procedemento da PAM. Para facilitalo debe ser liberado nas súas axendas asistenciais.

Unha das funcións da Comisión de Garantía e Avaliación (CGA) prevista na LORE é elaborar e facer público un informe anual de avaliación da aplicación da Lei no seu ámbito territorial. Pois ben, o último foi feito cos datos de 2023 (estamos á espera dos datos do 2024 para podermos ver como está sendo a aplicación da LORE): o número de solicitudes no 23 foi de 38, o tempo de tramitación de 65 días, cando a Lei marca entre 35 e 40, as persoas que faleceron durante a tramitación no 23 foi de perto o 40%. A prestación da axuda para morrer realizouse en 11 casos en hospitais, 10 dentro da rede do SERGAS e un nun hospital privado; as restantes 7 prestación de axuda a morrer fixéronse en domicilio (dúas delas en centros sociosanitarios).

O ano pasado, Laura, compañeira de DMDG, ingresada en Coidados Paliativos do Meixoeiro deu o seu testemuño nos medios públicos reivindicando a axilización da tramitación da súa eutanasia logrando recibila en 21 días, demostrando que se poden reducir os tempos de sufrimento, acortando os prazos máximos marcados na LORE

DMD considera necesario continuar coa actualizacións do protocolo galego da prestación de axuda a morrer diminuíndo a súa burocratización, unha mellora na recollida de datos a nivel de todo o Estado para poder avaliar a súa aplicación e a actualización do Manual de Boas Prácticas.

Los mayores de Barañain se interesan por los derechos al final de la vida

Prensa DMDNavarra

La red de personas mayores de Barañain invitaron el pasado 11 de junio a la médica y activista de DMD, Soco Lizarraga, a impartir una charla sobre testamento vital y eutanasia abierta a la ciudadanía en la Casa de la Cultura de esta localidad de la periferia de la capital navarra. Al acto asistieron más de 70 personas que mostraron un gran interés y derechos al final de la vida.

DMD pide que el testamento vital pueda realizarse en los centros de salud de Cantabria

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La asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) ha vuelto a pedir a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria que permita el registro del documento de voluntades previas, el también conocido como testamento vital, en los centros de salud, tal como ya sucede en numerosas comunidades autónomas. Actualmente, Cantabria es la única comunidad uniprovincial de España donde este trámite no puede realizarse en dichos centros, lo que obliga a desplazarse hasta Santander, a las oficinas de la Consejería. “Esto supone un agravio comparativo para quienes viven en otros municipios o tienen dificultades de movilidad”, denuncia Concha Calzada, coordinadora de DMD en Cantabria.

“Otras comunidades autónomas —como Asturias, Navarra, Madrid, Cataluña o Euskadi— ya aplican un modelo de tramitación descentralizada que facilita el acceso al registro y promueve la equidad territorial. Sin embargo, desde la Consejería se ha transmitido que, por el momento, no consideran viable su implantación en Cantabria”, explica Concha Calzada.

DMD considera que mantener esta limitación perjudica el ejercicio efectivo de un derecho reconocido por ley y dificulta innecesariamente su acceso. Por ello, además de reiterar su petición a la Consejería, la asociación ha comenzado a trasladar a los ayuntamientos la necesidad de que respalden esta reivindicación, con el fin de eliminar barreras y acercar este trámite a toda la población.

DMD también ha puesto en marcha una campaña informativa en colaboración con distintos ayuntamientos de la región para dar a conocer a la ciudadanía el documento de voluntades previas, con el que se puede dejar por escrito qué tipo de tratamientos y cuidados deseas al final de la vida. La iniciativa ha sido acogida con interés por parte de varios consistorios, y ya se han celebrado reuniones con alcaldes y concejales en municipios como Torrelavega, Reinosa, Marina de Cudeyo, Castro Urdiales, Suances y Cayón. También hay nuevos encuentros programados con otras corporaciones locales, y se prevé continuar extendiendo la campaña a toda la comunidad. Como resultado, se están llevando a cabo charlas y talleres informativos en distintos puntos del territorio, abiertos a la participación ciudadana.

Talent creatiu i empresa: un puente entre DMD y los estudiantes

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DMD Catalunya participa en este programa de innovación educativa de la Generalitat que pone en contacto a asociaciones con el alumnado de escuelas de arte y diseño para emprender proyectos conjuntos.

Por ANA RODET IRAOLA

Hace cinco años que el grupo de educación de DMD Catalunya participa en un proyecto de innovación educativa que se llama Talent creatiu i empresa. El programa consiste en poner en contacto alumnado de escuelas profesionales de arte y diseño de la red pública con asociaciones, entidades y empresas con el objetivo es dar la oportunidad al alumnado de trabajar en contextos profesionales reales. Toda la organización corre a cargo del Departamento de Educación de la Generalitat. Las asociaciones lo único que tenemos que hacer es presentar un encargo. Si algún centro lo elige, nos convertimos en su cliente, explicamos lo que queremos y el alumnado nos presenta sus propuestas.

Desde el punto de vista pedagógico la experiencia no supone ningún misterio. Se encuadra dentro de las metodologías de aprendizaje basado en proyectos en contexto real, que ya están muy extendidas en la enseñanza. Es un juego de simulación. Las asociaciones encargamos un trabajo que necesitamos, pero, en vez de encargárselo a una empresa profesional, se lo pedimos a las escuelas. Una vez realizados y entregados los trabajos, procedemos a seleccionar la propuesta que mejor encaja con nuestras necesidades y le otorgamos un reconocimiento en forma de diploma y recompensa económica.

El grupo de educación de DMD Catalunya decidimos participar porque nos permite entrar en contacto con el alumnado de las escuelas de arte y diseño, y trabajar para romper el tabú de la muerte, que es uno de nuestros objetivos. Con la excusa de encargarles un proyecto determinado, podemos hablar del testamento vital, de la eutanasia, del suicidio y, en general, de los derechos al final de la vida. El programa Talent creatiu i empresa nos ofrece una magnífica oportunidad de introducir estas cuestiones y de debatirlas con un público que no suele conocer nuestra asociación. En los cinco años en los que hemos participado se han propuesto diferentes proyectos. En 2020 les encargamos la publicidad del testamento vital a través de carteles para colgar en los centros de salud. En 2021 tenían que hacer un video para dar a conocer DMD. En 2022 crearon un video para celebrar la entrada en vigor de la ley de eutanasia y en 2023, un cuento animado sobre la muerte.

Al margen de los productos que nos entregan cada año, algunos de gran calidad, la participación en el programa nos resulta muy interesante. Nos permite entrar en contacto con alumnado joven e intercambiar información sobre la relación que tienen con la muerte. Esta información nos sirve para orientar nuestras charlas en entornos educativos. Según nos dice el alumnado al acabar los proyectos, la experiencia les permite reflexionar sobre la muerte, romper tabús y enfrentarse a una realidad que no siempre tienen tan lejos como el tópico supone, ya que, si bien es verdad que miran la muerte propia como algo lejano, frecuentemente viven de cerca la muerte de familiares.

En la última edición, la de 2024, nuestro encargo consistía en la elaboración de unas infografías sobre los derechos al final de la vida destinadas al público joven. Nos sorprendió gratamente la estrategia de elaboración que utilizaron porque hicieron en común una investigación sobre derechos al final de la vida y acordaron el tono adecuado para difundirlos en entornos juveniles. Después, en grupos pequeños, desarrollaron las propuestas creativas. También es destacable el lenguaje gráfico libre de prejuicios sexistas y racistas que emplean. En esta ocasión, el reconocimiento fue para Marina Ramos y Judit Solanelles, de la Escola d’art i disseny LaGaspar de Igualada. Seguiremos participando en este proyecto educativo porque nos brinda la oportunidad de conversar con público joven sobre los derechos al final de la vida y de conocer su punto de vista y nos proporciona ideas y sugerencias sorprendentes.

Artículo publicado originalmente en el número 93 de la revista de DMD.

Casi 48.000 personas han registrado su documento de voluntades anticipadas en la Comunitat Valenciana

Prensa DMDC. Valenciana

El documento de voluntades anticipadas, también conocido como el testamento vital, permite a toda la ciudadanía expresar qué tratamientos y cuidados se desean al final de la vida, y ya lo han presentado un total de 47.988 personas en la Comunitat Valenciana, según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad recogidos por la asociación Dret a Morir Dignament (DMD). Esta cifra supone un incremento del 16,5% respecto a 2024, y sitúa a la Comunitat Valenciana como la quinta región con más testamentos vitales registrados, por detrás de Catalunya, Comunidad de Madrid, País Vasco y Andalucía.

El documento de voluntades anticipadas está regulado en la Comunitat Valenciana desde 2023, y tras la última modificación incluye la posibilidad de solicitar la eutanasia, aprobada en España en 2021. Se puede presentar de forma gratuita en el servicio de atención al paciente de cualquier hospital público, con la firma de dos personas que actúan de testigos y que, al menos una de ellas, no ha de tener relación de parentesco o vínculo de carácter económico. También se puede realizar de manera digital. En los casos de no disponer de testigos, se puede realizar ante un notario, aunque en este caso con coste económico.

Para realizar el documento de voluntades anticipadas, la asociación DMD Comunitat Valenciana ofrece asesoramiento gratuito todos los martes y jueves, de 17.30 a 20.00 horas, en su sede de València (calle Pérez Pujol, 10) y a través del teléfono 608 15 36 12. “Nuestra asociación viene realizando desde hace casi dos décadas charlas, conferencias, talleres, tertulias literarias y debate de cortos o películas para sensibilizar a la población y ayudar a la reflexión sobre el final de la vida. Además realizamos talleres concretos para cumplimentar el documento y aclarar las dudas al respecto que puedan surgir”, explica la presidenta de DMD Comunitat Valenciana, María José Alemany.

Revista de DMD número 93

Prensa DMDRevista

Aquí puedes descargar el número 93 de la revista de DMD, una publicación de la asociación Derecho a Morir Dignamente que informa e invita a reflexionar sobre los derechos al final de la vida.

En este número abordamos la controversia por los dos casos de eutanasia judicializados en Barcelona tras las denuncias de familiares de las personas solicitantes. ¿Tiene una tercera persona derecho a recurrir una eutanasia en los tribunales? ¿Prevalece el derecho de un familiar al de una persona adulta y competente a disponer de su propia vida? Intentamos responder a estas preguntas con argumentos jurídicos en un reportaje que destacamos en la portada de la revista. También analizamos los últimos datos sobre eutanasia publicados por el Ministerio de Sanidad, que constatan el incremento tanto de las solicitudes como de las prestaciones de ayuda para morir.

Más allá de esas cifras, le ponemos nombre y apellidos a personas que han ejercido su derecho a disponer libremente de su vida para ponerle punto y final. Como Laura Fernández Abalde, compañera de DMD Galicia, que recibió la eutanasia tras denunciar su caso en los medios: si no se tramitaba con celeridad su solicitud, el cáncer acabaría con ella. También tuvimos la oportunidad de charlar con el filósofo y exsacerdote Luis Acebal un día antes de recibir la prestación de ayuda para morir. «Lo que es totalmente inesperado es la sensación de libertad propia», nos dijo en la víspera de su escogida muerte. Además, recordamos cómo fue la marcha de Josep Aparicio, enfermo de párkinson que logró su propósito de fallecer rodeado de los suyos, de forma serena y con completa dignidad.

Revista de prensa internacional de junio de 2025

Prensa DMDInternacional

Alemania
Confirmada la condena a tres años de cárcel para un médico

El Tribunal Federal de Justicia ha confirmado la condena a tres años de cárcel al médico Johann F. Spittler por haber prestado ayuda al suicidio a un hombre de 42 años que sufría de esquizofrenia. La sentencia estima que la persona que solicitó la ayuda al suicidio, dada su condición médica, no tenía la capacidad de tomar decisiones. En Alemania, en principio no está prohibido ayudar a una persona con problemas psíquicos a suicidarse. Sin embargo, la persona que solicita esta ayuda debe tener la capacidad de tomar libremente decisiones. Si, según una evaluación psiquiátrica, el que solicita la ayuda al suicidio no tiene capacidad de comprensión y de libre decisión, la persona que proporciona la ayuda es acusado de homicidio y puede ser condenada a penas de uno a diez años de prisión.

Austria
Los servicios de emergencia interrumpen un suicidio legal

El desconocimiento de la Ley de Directrices de muerte y suicidio asistido vigente desde 2022 en Austria, provocado por la prohibición de hacer “publicidad” de la prestación, conduce a situaciones aberrantes. El defensor del pueblo recoge un caso en que la policía y los servicios de emergencia, totalmente ignorantes de la existencia de esta ley, intentaron reanimar a una mujer que había conseguido el producto letal legalmente. El defensor del pueblo reclama la elaboración de normas claras y a informar debidamente a todos los servicios de la existencia de este derecho.

Francia
El parlamento aprueba la ley relativa al derecho a la ayuda a morir

El 27 de mayo, la Cámara de los Diputados aprobó en primera lectura por unanimidad una Ley de Cuidados Paliativos, y por 305 votos a favor y 199 en contra, el proyecto de ley relativa al derecho a la ayuda a morir. Este último texto recibió el apoyo de todo el bloque de la izquierda y del centro macronista, mientras que recibió el rechazo de la derecha conservadora, aunque con excepciones, ya que los grupos políticos dieron libertad de voto a sus diputados.

Si se aprueba definitivamente, esta ley permitirá en Francia el acceso a la ayuda a morir a pacientes mayores de edad con afección grave o incurable en fase avanzada o terminal, que padezcan sufrimientos insoportables y puedan expresar su voluntad libremente hasta el mismo día de su aplicación. Excluye la enfermedad mental y el acceso a la prestación a través de un testamento vital. Los plazos definidos para el procedimiento son cortos: 15 días entre la solicitud de ayuda a morir y la respuesta del médico, más dos días de reflexión antes de la realización de la prestación. La autoadministración es el procedimiento por defecto; la eutanasia solo se aplicará si el paciente no tiene la capacidad física de tomar por sí mismo el producto letal.

Queda un recorrido parlamentario largo para la aprobación definitiva de la ley. A partir de ahora, el texto pasará al Senado (mayoritariamente de derechas), donde se debatirá posiblemente este otoño. Si se introducen enmiendas, lo que es probable, volverá a la Asamblea para una segunda lectura, antes de ser enviada de nuevo al Senado. Si las dos cámaras son incapaces de llegar a un acuerdo, el Gobierno podrá convocar una comisión mixta de siete diputados y siete senadores, que se encargará de alcanzar un compromiso. En caso de bloqueo parlamentario, el presidente Macron ha evocado la posibilidad de convocar un referéndum. El reto es que esta ley de ayuda a morir sea definitivamente aprobada antes del final del mandato de Macron en abril de 2027.

A pesar de las declaraciones alarmadas de los colegios y grandes asociaciones médicas, una encuesta realizada a mediados de mayo revela que el 73% de los médicos aceptan, sin tener un rol activo en el momento de la prestación, apoyar a un paciente que solicita ayuda para morir. El apoyo es aún más pronunciado entre las mujeres médicas (79% de opiniones favorables) que entre los hombres médicos (70%). Aunque tanto los médicos privados como los que ejercen en hospitales apoyan esta legalización, la aprobación es mayor entre los primeros (81%) que entre los segundos (69%).

Italia
Difícil avance del derecho a la muerte asistida

El gobierno de Giorgia Meloni ha anunciado que impugnará la ley Liberi Subito aprobada en Toscana -la primera en Italia-, que regula las condiciones de acceso a la muerte asistida, conforme a la sentencia del Tribunal Constitucional de 2019 que permitía el acceso a la prestación para persona con una enfermedad grave e incurable dependiente de medidas de soporte vital. En una sentencia reciente, al Tribunal precisa que el requisito de dependencia de medida de soporte vital debe considerarse como cumplido, aunque la persona enferma haya rechazado la medida. Por otra parte, el Constitucional insta una vez más al parlamento a legislar.

Países Bajos
El Centro de Expertos de la Eutanasia publica su informe de 2024

El Centro de Expertos de la Eutanasia -Expertisecentrum Euthanasie (EE) en neerlandés- constata, en su informe anual de 2024, que cada vez hay más profesionales sanitarios que gestionan ellos mismos solicitudes complejas de eutanasia. “Nuestra proporción de casos con diagnósticos de demencia y acumulación de quejas relacionadas con la vejez ha disminuido durante el último año”. El centro asesora a los médicos que asumen estos casos. En 2024, asesoró a 587 médicos, contra 517 en 2023.

Paralelamente a la realización de cursos de capacitación, conferencias y sesiones de coaching para médicos, el Centro sigue asumiendo el tratamiento de las solicitudes de eutanasia de pacientes que no encuentran médico dispuestos: en 2024, EE recibió 4.782 solicitudes directas de asistencia, de las cuales 1.412 fueron concedidas. Desde su creación en 2012, cuando se llamaba Clínica del Final de la Vida, el número de solicitudes concedidas ha fluctuado en torno al treinta por ciento.

Reino Unido
El proyecto de ley de suicidio asistido de Escocia supera una primera votación en el parlamento

El Proyecto de Ley de Muerte Asistida para Adultos con Enfermedades Terminales de Escocia ha sido admitido a trámite por 70 votos a favor y 56 en contra en el parlamento escocés y pasa ahora a la fase de enmiendas en comisión. El texto aprobado en esta primera fase de la tramitación ofrece la posibilidad de solicitar ayuda para morir a los pacientes terminales de más de 16 años que hayan vivido en Escocia durante al menos 12 meses y estén registrados con un médico de cabecera en la región. Dos médicos deberán certificar de forma independiente que la persona padece una enfermedad terminal, que tiene la capacidad para solicitar el suicidio asistido, así como para tomar por sí misma el medicamento letal.

El proyecto de ley de suicidio asistido de Inglaterra y Gales sigue su tramitación en Westminster

El Proyecto de Ley sobre el Final de la Vida de los Enfermos Terminales está en proceso de enmiendas en comisión en el Parlamento de Westminster. Una sesión programada para el 13 de junio completará esta fase y estará seguida por un debate final en los Comunes la semana siguiente previsiblemente. El proyecto pasará entonces a la Cámara de los Lores, históricamente siempre más favorable al tema..

Suecia
Caso de una paciente ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos

En los últimos seis meses se ha abierto el debate sobre la muerte asistida en Suecia alrededor del caso mediatizado de una paciente con una enfermedad muscular incurable que provoca graves discapacidades funcionales y dolores constantes (LGMD 2A). La Junta Nacional de Salud y Bienestar y el Tribunal Supremo han rechazado la solicitud de muerte asistida de esta persona. Apoyada por la RTVD (la DMD sueca), la paciente ha presentado un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Por otra parte, RTVD espera que el Partido Socialdemócrata, hasta ahora mudo sobre la muerte asistida, cambie de posición en su próximo congreso.

Suiza
Suicidio asistido de un preso

René Osterwalder, uno de los criminales más conocidos del país, se benefició del suicidio asistido. Las personas condenadas no pierden todos sus derechos. «Los derechos fundamentales también son válidos en prisión. Por lo tanto, una persona detenida puede ejercer su derecho a la autodeterminación y contactar con una asociación de ayuda al suicidio, igual que cualquier persona en libertad», explicó Benjamin Brägger, experto en prisiones. El suicidio asistido se realizó a través de Exit Deutsche Schweiz.

Creación de una nueva asociación que acoge a extranjeros

Ya existe un nuevo centro de muerte voluntaria asistida en Suiza que acoge a pacientes extranjeros. Se llama Athanasios y tiene su sede en Basilea. Se rumorea que su presidente es Flemming Scholaart, del movimiento danés por el derecho a morir dignamente.

Chile
La ley de eutanasia sigue bloqueada en el Senado

El diputado del Partido Liberal Vlado Mirosevic presentó en 2014 un proyecto para legalizar la eutanasia en Chile. La iniciativa fue aprobada por la Cámara de Diputados en 2021, pero desde entonces permanece congelada en el Senado. Para Mirosevic la responsabilidad recae en la ministra de Salud, Ximena Aguilera. A juicio de la ministra, no hay motivos para acelerar el trámite del proyecto pese al respaldo del Ejecutivo, al apoyo mayoritario de la ciudadanía y a una mayoría favorable en el Senado. En la reciente encuesta nacional de opinión pública donde se preguntó por la eutanasia, solo el 11% de los chilenos se declaró en contra de la ley.

Uruguay
La mayoría de la población está a favor de legalizar la eutanasia

El parlamento uruguayo ha retomado el debate sobre el proyecto de ley de eutanasia en el punto en que quedó en la legislatura pasada. El texto está ahora examinado en comisión de salud. Una encuesta reciente muestra que el 62% de los 1.100 interrogados están a favor de la legalización de la eutanasia, mientras que un 24% están en desacuerdo y un 14% no sabe qué contestar. Las cifras son distintas cuando se diferencian los niveles socioeconómicos y educativos de los encuestados: la aprobación a la eutanasia por las personas con un nivel socioeconómico bajo alcanza el 56%, mientras que en el nivel alto llega al 76%. Solo cuatro de cada diez personas que tienen educación primaria están a favor de la medida y tres de cada cuatro entre las personas con nivel universitario. En el parlamento, la mayoría de los legisladores del Frente Amplio estaría a favor y gran parte de la oposición estaría en contra. Los votantes de los tres partidos mayoritarios son partidarios de la ley.

Canadá
El hijo de Kay Carter solicita la eutanasia

Canadá legalizó la eutanasia hace casi diez años en respuesta a la sentencia Carter vs Canadá del Tribunal Supremo en 2015. Esta sentencia lleva el nombre de Kay Carter, la enferma de estenosis espinal que reclamó en los tribunales su derecho a recibir ayuda para morir. Kay murió finalmente en Suiza, en las instalaciones de Dignitas, acompañada por sus hijos que fueron autorizados a llevar su demanda ante el Tribunal Supremo. Hoy es su hijo, gravemente enfermo, que solicita la eutanasia.

 

Estados Unidos
Delaware, undécimo estado en aprobar una ley de suicidio asistido

El gobernador demócrata de Delaware, Matt Meyer, firmó el pasado mes de mayo el proyecto de ley, aprobado por el parlamento del Estado, que legaliza el suicidio asistido por un médico para pacientes terminales, argumentando que la medida se basa en «la compasión, la dignidad y el respeto a la elección personal». La Ley de Opciones al Final de la Vida, que entrará en vigor el año próximo, permite a los adultos mentalmente capaces a quienes se les ha diagnosticado una enfermedad terminal y se les ha dado seis meses o menos de vida solicitar una receta para autoadministrarse un producto letal.

DMD ha vuelto a Extremadura para quedarse

Prensa DMDExtremadura

Cerca de 200 personas, cinco ciudades, más de 800 kilómetros recorridos y un balance muy positivo. Las socias extremeñas de la asociación Derecho a Morir Dignamente hemos llevado a cabo una ruta por diferentes localidades de nuestra comunidad en las últimas semanas para hablar, cara a cara, sobre lo que entendemos por una muerte digna y cómo la expresión anticipada de voluntades (el también conocido como testamento vital) puede ayudarnos a lograrla.

Durante estos cinco encuentros en las ciudades de Cáceres, Almendralejo, Badajoz, Plasencia y Mérida hemos compartido inquietudes, reflexiones y, sobre todo, muchas ganas de aprender. Hemos comprobado algo fundamental: no queremos sufrir, ni en vida ni en el proceso de morir. El dolor físico hoy ya no debería tener lugar, y todas y todos queremos poder decidir con libertad cómo vivir nuestros últimos momentos. Queremos tomar las riendas de nuestra vida, hasta el final.

Sabemos que hay dudas —muchas—, pero son aún más grandes las ganas de saber, de comprender, de acompañar y de apoyarnos mutuamente. En esta nueva etapa de DMD en Extremadura, nuestro deseo es claro: consolidar nuestra presencia para defender el derecho a una vida digna hasta el último suspiro, y estar al lado de quienes necesiten orientación y apoyo.

Foto de J. M. Romero del diario Hoy