Visibilizar la buena muerte

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La enfermedad, el final de la vida y la muerte siguen siendo cuestiones difíciles de abordar. El arte no puede quedar ajeno a la sensibilidad social, mayoritariamente favorable a la eutanasia, y al debate social incipiente sobre la muerte voluntaria.

Por LOREN ARSEGUET

En DMD utilizamos el enorme poder concienciador de la literatura y sobre todo del cine, a través de cinefórum y de tertulias literarias, para superar el tabú de la muerte y construir una nueva cultura del final de la vida y del morir, laica y democrática.La buena muerte, la eutanasia y la muerte voluntaria están muy presentes ahora mismo en el debate público gracias a varias películas recientes e incluso declaraciones públicas de sus directores. El silencio que solía rodear el final de la vida se está resquebrajando, cae el tabú

DOS PELÍCULAS POR DESCUBRIR

Este otoño podemos ver dos películas que abordan la problemática del ‘buen morir’: La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, León de Oro en el Festival de Venecia y El último suspiro de Costa-Gavras presentada en el Festival San Sebastián. A la hora de escribir este artículo, no hemos podido ver todavía estas dos películas, pero nos han llamado la atención las declaraciones públicas de los dos directores, profusamente difundidas por los medios de comunicación: unos alegatos clarísimos a favor de la eutanasia e incluso de la muerte voluntaria.

La película de Almodóvar, como la novela que la sustenta, cuenta la historia de “una mujer que agoniza en un mundo agonizante y de la mujer que decide acompañarla en sus últimos días”, declaró el director, matizando más adelante que “no solo habla de la solidaridad sin límites, sino también de la decisión de un personaje de terminar con su vida cuando esta solo le ofrece un dolor sin solución”.

Las declaraciones de Almodóvar en la gala en la cual le fue entregado el León de Oro en Venecia, son una clara reivindicación de la libertad a decidir al final de la vida:

Despedirse de este mundo limpia y dignamente creo que es un derecho fundamental de todo ser humano. No es un asunto político, sino humano y es desde la humanidad como hay que abordarlo, aunque los gobiernos tengan que articular las leyes adecuadas para que esto se pueda llevar a cabo. Sé que este derecho atenta contra cualquier religión o credo que tenga a Dios como única fuente de vida y por lo tanto ha de terminar con ella. Yo les pediría a los practicantes de cualquier credo que respeten y no intervengan en decisiones individuales al respecto. El ser humano debe ser libre para vivir y para morir cuando la vida sea insufrible.”

Siguió un larguísimo aplauso del público. Desde DMD queremos agradecer una película y unas palabras que vuelven a poner el foco sobre un tema que Costa-Gavras califica de “gran tema del siglo XXI”.

«YO VOY A MORIR, AYÚDAME A MORIR»

En la película de Costa-Gavras, un filósofo y un médico paliativista debaten y se confrontan a situaciones de final de vida y a la muerte. “Estamos en un momento en el que hay que hablar a la sociedad del asunto” porque “lo fundamental es partir con dignidad para uno mismo y para los que quedan”, declaró el director cuya intención expresa es luchar contra el tabú que rodea la muerte -“un tabú total”- para que podamos prepararnos para el final ineludible, “la partida”, como la llama, en vez de esperarla pasivamente.

Aunque su película parte de un libro centrado en los cuidados paliativos, sus palabras van más allá: “Los Estados deberían tener el valor – bueno, los políticos- de crear más allá de los cuidados paliativos, lugares donde alguien llegado al punto en que la vida ya no le interesa, o cuyo organismo, el cuerpo no puede más, o la memoria le falla y ya no desea vivir, pueda morir, decir ‘Yo voy a morir, ayudadme a morir’.

La actriz española Ángela Molina, en la película 'El último suspiro' de Costa Gavras.

La actriz española Ángela Molina, en la película ‘El último suspiro’ de Costa-Gavras.

TAMBIÉN UN DOCUMENTAL Y UNA SERIE

Queremos también señalar una película documental La decisión de Joaquina, dirigida por Javier Falcó. Recién estrenada en Valencia, es el relato de una batalla por la muerte digna. Joaquina Sánchez fue una militante por la libertad en los tiempos negros de la dictadura, y fue una mujer de vanguardia en su deseo de morir sin pasar por un calvario de sufrimiento. Enferma avanzada de Alzheimer, le cerraron las puertas de la eutanasia, pero sus hijas se juramentaron para cumplir con su voluntad y lo consiguieron. Hablaremos más ampliamente de este caso y de la película en el próximo número de esta revista.

Y finalmente, Rapa, una excelente serie policíaca muy popular trata, como línea secundaria del relato, de la decisión de morir. A lo largo de las tres temporadas seguimos la evolución del personaje principal, Tomás, enfermo de ELA: los primeros síntomas de la enfermedad, las dificultades y la dependencia crecientes en la vida cotidiana, y la firme voluntad del personaje de decidir cuándo, cómo y dónde morir. Un tratamiento cuidadoso del tema que provoca a la vez empatía y reflexión y contribuye ciertamente a normalizar el tema.

Artículo publicado originalmente en el número 92 de la revista de DMD.

Nuevo cine fórum de DMD Navarra con éxito de asistencia

Prensa DMDNavarra

La nueva sesión de cine fórum organizada por DMD Navarra en los Cines Golem Bayona de Pamplona el pasado lunes 18 de noviembre volvió a convocar a 200 personas para asistir a la proyección de la película ‘Polvo serán‘, protagonizada por Ángela Molina y dirigida por el cineasta Carlos Marques-Marcet, en la que se cuenta la historia de Claudia, una mujer que tras ser diagnosticada con una enfermedad terminal decide acudir a Suiza para realizar un suicidio asistido. Un viaje sin retorno al que decide sumarse su pareja, Flavio, que no se ha separado de ella en 40 años. La película fue presentada por Camino Oslé, socia de DMD Navarra.

 

 

Adiós a nuestra compañera Laura Fernández Abalde: «Nunca me esperé un final de vida tan bonito como este»

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Este martes 19 de noviembre de 2024, poco antes de las diez de la mañana, ha fallecido en Vigo nuestra amiga y compañera de Derecho a Morir Dignamente (DMD) Laura González Abalde, de 67 años.

Laura se despidió de la vida en la habitación 705 del servicio de paliativos del Hospital Meixoeiro, rodeada de su familia y del equipo médico. Hace unos días, manifestaba que ese era su deseo: «Me parece un broche que ni en una película de Hollywood, nunca me esperé un final de vida tan bonito como este».

Laura padecía un cáncer terminal y ha fallecido como consecuencia de la eutanasia solicitada el pasado 29 de octubre, y lo ha hecho tras vencer las trabas burocráticas de un Servicio Gallego de Salud empeñado en hacer una lectura “reglamentista” de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE). Finalmente, la insistencia de Laura y su repercusión mediática ha conseguido lo que parecía imposible: autorizar una eutanasia en la mitad del plazo previsto.

Laura ha muerto como vivió sus 67 años, luchando. Era activista del movimiento vecinal vigués, amante de los paseos por el monte acompañada de sus amigos (“sin cascos, eh, charlando y mirando el paisaje”) e integrante de la dirección de DMD Galicia desde hace años.

Todos los compañeros y compañeras de la profesión periodística que pasaron por la habitación 705 salieron impresionados por la fortaleza, convicción y alegría de Laura. A todos les trató de concienciar acerca de la necesidad de potenciar unidades de paliativos como la del hospital vigués Meixoeiro, “gente maravillosa, atenta, eficaz y delicada” a la que expresaba un profundo agradecimiento. Laura también animaba a hacer el testamento vital como instrumento imprescindible para guiar a parientes y sanitarios sobre lo que uno desea en sus últimos momentos.

Ambiciosa en la lucha por el derecho a morir bien, dignamente, Laura advertía que “en los próximos años, en nuestro país, habrá que luchar para mantener lo conseguido con la Ley de Eutanasia, reclamar su cumplimiento efectivo, y por eso la gente tiene que reflexionar bien a la hora de votar, y no apoyar a fuerzas o partidos que tratan de restringir derechos como la muerte digna o el aborto”.

Laura decía que afrontaba el final sin miedo, solo con temor a las agujas necesarias para poner las vías. “Será como una anestesia total, una muerte feliz”, aseguraba nuestra compañera estos últimos días. Cuando algunos le comentábamos que su caso nos recordaba un poco al de Ramón Sampedro, Laura era tajante: “Qué va, hombre… Obviamente coincidimos en la lucha, y la mía empezó en gran medida por su ejemplo, pero Ramón tuvo una mala vida y una mala muerte, yo tuve una buena vida y tendré una buena muerte”.

Desde DMD queremos agradecer a Laura su incansable lucha por la libertad durante toda su vida y su generosidad, así como a todas las personas que han intervenido y que han cuidado de ella en esta última etapa, como su equipo asistencial, comprometido desde el primer momento con respetar la voluntad de Laura.

 

¿Qué es el suicidio por vida cumplida?

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El suicidio lúcido de personas mayores debe entenderse en sentido positivo, como una expresión de libertad de personas que no se resignan a soportar lo que para ellas es una pérdida de dignidad. Este es el resumen del debate que durante los últimos meses han abordado socios y activistas de DMD Madrid sobre un asunto todavía invisibilizado socialmente.

Por REDACCIÓN DMD (Foto de Luisma Barrios Sáenz)

DMD promueve una cultura de la muerte digna que entiende la buena muerte como un valor social y un derecho humano. La buena muerte exige el respeto a la voluntad de cada persona, a sus creencias, valores y preferencias. Una muerte apropiada es parte del bien común, que se concreta en la defensa de los derechos de salida: a la información, la elección entre opciones clínicas (como los cuidados paliativos), al rechazo de tratamiento y al testamento vital (Ley de autonomía del paciente), a la eutanasia (Ley orgánica de regulación de la eutanasia) y a la disponibilidad de la propia vida con o sin un contexto eutanásico o enfermedad grave, especialmente el suicidio de personas mayores de 75 años por vida cumplida.

El suicidio por vida cumplida se debe entender en sentido positivo, como resultado de una reflexión sobre el presente y el futuro, una expresión de libertad de personas que no se resignan a soportar lo que para ellas es una pérdida de dignidad: la decrepitud, los achaques propios de la vejez, la dependencia, la pérdida de lucidez o la incapacidad para seguir realizando actividades satisfactorias. La muerte por vida cumplida consiste en finalizar la vida por voluntad propia, como un ejercicio responsable de realización personal, que aporta razones. No es una huida de la fragilidad, la debilidad o las condiciones propias de una vida humana. No responde a una actitud nihilista que niegue el sufrimiento, en ocasiones provocado por el ser humano, como las crisis humanitarias, la precariedad socioeconómica o la soledad no deseada; ni el valor de los cuidados o la solidaridad intergeneracional. Para DMD, el deseo de morir por vida cumplida se fundamenta en un discurso vitalista, de personas comprometidas con los derechos humanos y la justicia social, optimista y humanista. Frente a las amenazas inherentes a toda vida humana, en lugar de resignarse y bajar los brazos, las personas ejercen su libertad, se rebelan y reivindican la vida, la buena vida y la buena muerte. Es hacerse cargo de la vida en su totalidad, afrontando su finitud y sus limitaciones.

El suicidio por vida cumplida tiene un marco de discusión distinto al contexto eutanásico. Solo se le exige un requisito, que es obvio: la capacidad de hecho. No se aborda desde el deterioro físico y el sufrimiento, sino desde la libertad de disponer de la propia vida y ponerle fin, antes o después de que la amenaza de pérdida de sentido y de dignidad se hagan realidad. Una persona puede estar cansada de vivir y a la vez ser relativamente feliz (la felicidad siempre es relativa). Puede sentirse satisfecha con su vida, pero a la vez estar harta de la monotonía que le imponen las limitaciones físicas, psíquicas y sociales de la vejez. No vive esa experiencia de sufrimiento constante e intolerable que menciona la ley de eutanasia, quizá todavía no sea dependiente, y aunque su situación, a ratos, pueda ser para ella exasperante, no fantasea con ese anhelo absurdo de la eterna juventud.

“¿Qué propone DMD? De momento, promover el debate sobre el suicidio lúcido de personas mayores, una conducta que actualmente está invisibilizada. El contexto no es fácil, porque el discurso social sobre el suicidio se hace con brocha gorda”

Todas las personas desearían evitar la dependencia y ser autónomas hasta el momento de su muerte, pero la vida no es así. Algunas prefieren finalizar su vida antes de necesitar la ayuda de otras personas para realizar las actividades básicas de la vida diaria (ducharse, vestirse, asearse, comer, ir al servicio y caminar). Para otras, las actividades instrumentales, de tipo social, como utilizar un transporte, manejar su dinero, el teléfono, hacer las tareas domésticas (comprar, cocinar, limpiar y mantener una casa), o cuidar de su salud y sus mascotas, también son irrenunciables. Este es el contexto eutanásico, “limitaciones que inciden directamente sobre la autonomía física y actividades de la vida diaria, de manera que no permite valerse por sí mismo, así como sobre la capacidad de expresión y relación”, que menciona la Ley. Muchas personas se plantean la opción de morir antes de ser una carga para otras, pero, además, para ellas vivir no es solo existir y no están dispuestas a renunciar a sus actividades satisfactorias como la vida social, la lectura, el cine, el teatro, o compartir la cultura, una comida en un restaurante con amigos o una actividad física como pasear.

Para el imaginario de una persona, llevar pañal puede ser humillante, pero eso no hace que la incontinencia lo sea. De la misma manera, el deseo de morir para no ser una carga no menosprecia la vida de ninguna persona mayor o dependiente. Respetar la libertad de cada persona exige respetar los significados que cada persona otorga al valor dignidad. El suicidio por vida cumplida no es un juicio de valor negativo sobre la vejez o los cuidados, sino una defensa de la pluralidad, de la forma de estar en el mundo, y de marcharse, de cada persona. Todas las personas tienen derecho a ser cuidadas, las cuidadoras a que se atiendan sus necesidades de apoyo y reconocimiento. También existe el derecho de una persona a no ser cuidada y “a disponer con libertad de su cuerpo y de su vida, y a elegir libremente el momento y los medios para finalizarla”, como figura en los estatutos de DMD.

¿Por qué a partir de los 75 años? Porque el concepto de persona mayor es muy vago y en el discurso social, o en una ley, debe de ser concretado. La convicción personal de que la vida ya está hecha, cumplida, no surge de la nada a partir de una edad. Puede ser antes de los 70, después de los 80, o nunca. La cifra de 75 es para hacer pedagogía, para que la sociedad comprenda de qué hablamos.

¿Qué propone DMD? ¿Ampliar la Ley de Eutanasia o una ley de suicidio por vida cumplida? De momento, promover el debate sobre el suicidio lúcido de personas mayores, una conducta que actualmente está invisibilizada y que DMD debe reivindicar. El contexto no es fácil, porque el discurso social sobre el suicidio se hace con brocha gorda, atribuyendo sus causas a la locura para calificarlo como un problema de salud pública. Es evidente que el debate sobre suicidio de un joven o una adolescente es otro, pero todo se mezcla y también se habla de riesgo de suicidio en personas mayores, como una conducta que debe ser evitada. El suicidio lúcido de personas adultas es un acto que, incluso cuando no se comprenda, debe ser respetado. Pero desconocemos cuántos de esos suicidios de personas mayores con los típicos factores de riesgo son consecuencia de un problema de salud mental o fruto de la lucidez y la libertad de una persona. La eutanasia es solo el principio, queda mucho por andar.

Artículo publicado originalmente en el número 92 de la revista de DMD.

DMD, en el Congreso de Personas con Cáncer y sus Familias de Aragón

Prensa DMDAragón

Derecho a Morir Dignamente (DMD) participó en la novena edición del Congreso de Personas con Cáncer y sus Familias de Aragón, que se celebró los días 8 y 9 de noviembre en el Palacio de Congresos de Zaragoza.

Durante las dos jornadas, DMD Aragón instaló una mesa para informar sobre los derechos sanitarios al final de la vida. Además, el 9 de noviembre, las compañeras de DMD Carmen Malo y Consuelo Miqueo impartieron el taller ‘Ciudadanos de final de vida, cuándo y cómo tomar las decisiones’, que formaba parte del programa del congreso y al que acudieron unas 80 personas.

Una solicitud de eutanasia puede resolverse en menos de 15 días

Prensa DMDNotas de prensa

En España, casi un tercio de las personas que solicitan la eutanasia mueren mientras se tramita su solicitud: las tramitaciones tardan en resolverse una media de 27 días, según datos del Ministerio de Sanidad correspondientes al año 2022. En estos casos, la burocracia que impone la Ley de Eutanasia de España (siempre considerada como muy garantista) no es una garantía sino un obstáculo para aquellas personas con un pronóstico de vida muy limitado.

Es el caso de Laura Fernández Abalde, compañera de Derecho a Morir Dignamente (DMD) Galicia, que se encuentra ingresada en la unidad de paliativos del hospital Meixoeiro de Vigo por un cáncer que avanza más rápido que la tramitación de su petición de eutanasia. Ante esta situación, la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia afirma que está cumpliendo «estrictamente los procedimientos” y asegura que la ley establece que “entre la primera y la segunda solicitud del paciente debe trascurrir un periodo mínimo de 15 días”, negando que exista la posibilidad de un “procedimiento abreviado” para recibir la prestación de ayuda para morir porque el ”único procedimiento para aplicar cuando el paciente conserva la capacidad de la toma de decisión, siendo lo mínimo necesario para el cumplimiento de la ley de unos 40 días”.

Lo que argumenta la Consellería de Sanidade no es exacto: por supuesto que existe la posibilidad de un procedimiento abreviado en casos como el de nuestra compañera Laura. Lo dice el Ministerio de Sanidad en su ‘Informe de Evaluación de 2022 sobre la Prestación de Ayuda para Morir’: “Entre la primera y la segunda solicitud, el médico responsable puede considerar que la persona solicitante presenta un alto riesgo de pérdida de su capacidad de hecho de manera inminente. Sólo en este caso se podrá aceptar cualquier periodo menor a 15 días naturales entre las dos solicitudes”. De hecho, según las estadísticas del propio Ministerio, aquel año se adelantó la segunda solicitud en 82 casos, el 15% del total en España.

Si la persona solicitante de la eutanasia puede empeorar en unas pocas semanas (40 días) y entrar en la fase de últimos días (agonía), perdiendo así su capacidad para firmar el consentimiento informado, el médico responsable de la solicitud debe agilizar los plazos. Y se pueden agilizar tanto como para resolver todo el proceso en apenas ocho días, como detallamos a continuación:

  • Día 1: Primera solicitud, deliberación e información por escrito. El médico responsable contacta con el consultor y con el presidente de la Comisión de Garantía y Evaluación o la unidad administrativa de eutanasia para comunicarles esta situación de terminalidad.
  • Día 2: Segunda solicitud.
  • Día 3: La persona solicitante confirma que desea continuar, recibe la información por escrito y firma el consentimiento informado.
  • Día 4: Interviene el médico consultor.
  • Día 5: Comunicación a la Comisión de Garantía y Evaluación.
  • Día 6: Verificación por la dupla, que comunica su dictamen al presidente de la Comisión de Garantía y Evaluación.
  • Día 7: Comunicación al médico responsable y a la solicitante. Solicitud de medicación a la farmacia del hospital.
  • Día 8: Eutanasia.

Por último, desde DMD lamentamos las disparidades en la interpretación de la Ley de Eutanasia que se producen entre las 17 comunidades autónomas e instamos al Ministerio de Sanidad a desarrollar en el Manual de Buenas Prácticas una tramitación abreviada en caso de enfermedad grave e incurable, que evite la arbitrariedad existente entre territorios y garantice el derecho a morir.

Decenas de personas participan en una charla sobre testamento vital y eutanasia en Pamplona

Prensa DMDNavarra

El pasado martes 5 de noviembre, la médica y activista de DMD Navarra, Soco Lizarraga, ofreció una charla sobre el testamento vital y la eutanasia en el Civivox de San Jorge-Sanduzelai de Pamplona.

El acto, organizado por la asociación vecinal de Sanduzelai junto a DMD Navarra, asistieron más de 70 personas que participaron activamente durante las dos horas en las que se prolongó el coloquio.

El grupo de Educación y Talleres de DMD Madrid se acerca a la comunidad de personas sordas

Prensa DMDMadrid

Gracias a la iniciativa del Centro Altatorre de Personas Sordas, desde el grupo de Educación y Talleres de DMD Madrid realizamos, el pasado mes de octubre, nuestras primeras actividades con personas sordas.

Poder llegar a personas que utilizan otros sistemas de comunicación fue una experiencia muy gratificante. Realizamos una charla coloquio sobre derechos sanitarios para el final de la vida y, en otra fecha posterior, un taller informativo sobre el testamento vital. Entre ambos actos reunimos a cerca de 150 personas.

Las actividades se realizaron en la sede del Centro Altatorre y se contó con una persona intérprete de lengua de signos. Tuvimos muy buena acogida,  mostraron un gran interés en los contenidos y hubo un alto grado de participación.

Con esta primera experiencia, DMD Madrid abre la posibilidad de trabajar para hacer comunicativamente más accesibles sus actividades y materiales.

DMD celebra sus 40 años en Madrid

Prensa DMDMadrid

La asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) cumple 40 años y ha empezado a celebrarlo con un acto en el Centro Gallego de Madrid, este pasado 6 de noviembre, al que asistieron decenas de socios y socias, entre ellos personas que participaron en la fundación en 1984 de esta entidad referente en los derechos al final de la vida y la gran impulsora de la aprobación, hace tres años, de la Ley de Eutanasia en España.

Hace 40 años, un joven profesor de matemáticas, Miguel Ángel Lerma, logró aglutinar un grupo de gente dispuesta a crear en España una asociación en defensa de la muerte digna similar a las que ya existían en otros países europeos. A pesar del rechazo inicial del Ministerio del Interior, que se negaba a inscribir a la nueva organización en el registro de asociaciones, finalmente se logró el 13 de diciembre de 1984. Cuatro décadas después, DMD cuenta en Madrid con 3.000 personas socias comprometidas con el derecho a la muerte digna.

En el acto del aniversario de DMD intervinieron el presidente de la asociación en Madrid, el médico Fernando Marín, y Ángeles Alcalde, socia fundadora de DMD, para rememorar los primeros pasos de la entidad. Después, el médico Fernando Soler recordó la figura de Luis Montes, referente en la lucha por una muerte digna y presidente de la organización durante su etapa de mayor expansión y crecimiento. Además, la responsable de asuntos internacionales de DMD, Loren Arseguet, reflexionó sobre los derechos de final de vida por conquistar analizando los avances que ya se han producido en otros países europeos. Los asistentes también tomaron la palabra antes de brindar por todo lo conseguido durante estos años y por lo que queda por avanzar para que ser libres hasta el final se convierta en una realidad para toda la ciudadanía.

 

Revista de prensa internacional de noviembre de 2024

Prensa DMDInternacional, Noticias

Francia
Podría reanudarse el debate sobre la ayuda a morir en el Parlamento

El primer ministro francés, Michel Barnier, parece favorable a reanudar los debates sobre la legalización de la ayuda a morir, a partir del texto registrado por el diputado centrista Olivier Falorni el pasado mes de julio que recoge las enmiendas adoptadas en el debate parlamentario truncado de la anterior legislatura.

Mientras tanto, en ausencia de una ley, siguen ocurriendo auténticos dramas. Bernard Pallot, de 78 años, fue juzgado por asesinato con premeditación y absuelto por el jurado, contradiciendo a la fiscalía que pedía ocho años de cárcel (sin cumplimiento debido a la edad del acusado). Pallot había ayudado a morir por estrangulación a su mujer postrada en la cama desde hace tiempo; padecía múltiples patologías y un sufrimiento intolerable y suplicaba morir. El tribunal ponderó la gravedad del acto con la situación desesperada en la cual se encontraba la mujer y la solidez de su solicitud de morir que varios testimonios apoyaban. «Este proceso demuestra la insuficiencia de la ley que nos pone a nosotros, a los individuos, en situaciones difíciles”, declaró Pallot al salir del tribunal. La fiscalía ha recurrido.

Irlanda
Voto favorable a un informe sobre la muerte asistida

La cámara baja del parlamento irlandés ha aprobado, con 76 votos a favor y 53 en contra, un informe favorable a una regulación de la muerte asistida elaborado por una comisión encargada de estudiar la cuestión. Esta votación indica que una mayoría de los parlamentarios están a favor de avanzar hacia una ley de muerte asistida.

Países Bajos
Problemática del acceso a la eutanasia para jóvenes con enfermedad mental

El partido NSC (Nuevo Contrato Social, escisión de la Democracia Cristiana y miembro de la coalición gubernamental) ha presentado una iniciativa para incluir en la agenda parlamentaria el aumento, a su juicio inquietante, del acceso de los pacientes jóvenes a la eutanasia, en particular por sufrimiento psicológico. En 2022, el Centro de Expertos de la Eutanasia (CEE) recibió 206 solicitudes de menores de 30 años, y en 2023, 322. En 2022 se realizaron 11 eutanasias de menores de 30 años, y 22 en 2023. El partido pide a los medios un tratamiento similar al tema del suicidio para evitar un posible ‘efecto contagio’ y también una mayor investigación sobre el tema para encontrar alternativas a la eutanasia en estos casos, lo que inquieta al partido liberal D66 que teme un primer paso hacia una limitación de la ley. El revuelo mediático sobre estos temas es enorme, en particular desde que un grupo de 14 psiquiatras escribieron a la fiscalía para solicitar una investigación estos casos. El Colegio Médico KNMG condena esta iniciativa, llama a tratar la cuestión con seriedad y respeto y dentro del ámbito profesional. Por otra parte, la Asociación Neerlandesa de Psiquiatría (NVvP) ha anunciado que reexaminará sus directrices relativas a la eutanasia en caso de trastorno mental. Sus conclusiones se esperan para finales de 2025.

Sentencia leve en el caso de Wim Van Dijk

Wim Van Dijk había sido juzgado por proporcionar nitrito a más de 200 personas. Reconocido culpable, se le impuso una pena de seis meses de cárcel sin cumplimiento y 40 horas de trabajos comunitarios, una pena muy inferior a lo que pedía la fiscalía. No existían pruebas de que algunas personas hubiesen fallecido por ingerir el producto suministrado por Van Dijk, que además no se lucró ni pertenecía a ninguna ‘organización criminal’. El tribunal también tuvo en cuenta la edad avanzada del acusado. Van Dijk critica las limitaciones de la ley de eutanasia en vigor y se apoya en las encuestas que establecen que una mayoría de la ciudadanía desea poder decidir libremente de su muerte.

La muerte con nitrito no es siempre apacible

La Cooperativa de la Última Voluntad declara que cambiará las informaciones sobre la muerte voluntaria con nitrito en su página web como consecuencia de una serie de podcasts realizados por la plataforma de investigación periodística Argos, que documentan que algunas personas mueren con este producto en circunstancias bastante difíciles. Sobre la calidad de la muerte por ingestión de nitrito, cambiarán el calificativo de ‘muerte humana’ por ‘muerte normal’. «Queremos ser completamente transparentes sobre todos los efectos secundarios que puedan surgir”, declara el director de la organización. La cooperativa sostiene que el fármaco provoca «una muerte normal«. «La gente tiene una imagen bastante distorsionada de lo que es la muerte«, añade. «Hay muchas formas de muerte. Desafortunadamente, también hay muertes naturales en las que la persona experimenta ansiedad o ya no sabe lo que está haciendo».

Apoyo ciudadano a una ley de vida cumplida

Una encuesta encargada por la NVVE revela que el 71% de los neerlandeses opina que debería estar vigente una ley que permita la muerte asistida por «vida cumplida», y el 40% de los encuestados dice conocer a una persona mayor que, sin padecer una enfermedad grave, desearía encontrar ayuda para morir. La encuesta revela además que el 77% de los votantes de los partidos que integran la actual coalición de derecha (muy escorada a la derecha) estaría a favor de una ley de vida cumplida. En palabras de la presidenta de NVVE: «Se confirma una vez más que la gente quiere poder decidir por sí misma sobre su propia vida y no quiere sufrir innecesariamente. La ley de eutanasia ofrece la posibilidad de morir con dignidad si su sufrimiento es médicamente demostrable como insoportable y sin esperanza. Eso es muy bueno. Pero hay un grupo de personas con serios deseos de morir a quienes esta ley no les sirve de nada. ¿Cómo es posible que no se tomen en serio las opiniones de tantos votantes? ¿Por qué abandonamos dejamos a esa gente? ¿Por qué tienen que recurrir a un circuito ilegal con todos los aspectos turbios que eso conlleva?».

Portugal
Ofensivas para anular la ley de eutanasia

La aplicación de la ley de eutanasia aprobada hace año y medio por el parlamento de Portugal está bloqueada por la ausencia de reglamento. Dos solicitudes de revisión del texto han sido presentadas ante Tribunal Constitucional por el gobernante PSD y por la Defensora del Pueblo. El gobierno de Luís Montenegro ha declarado que no moverá ficha hasta conocer el veredicto del alto tribunal que no ha ni siquiera iniciado el procedimiento de revisión. Por otra parte, se están recogiendo firmas para un manifiesto para la derogación de la Ley de Eutanasia.

Reino Unido
Proyecto de ley de muerte asistida en Westminster

Una diputada laborista ha registrado un proyecto de ley para legalizar el suicidio asistido en Inglaterra y Gales el pasado 16 de octubre en el parlamento de Westminster. El proyecto de ley se someterá a una segunda lectura, que implicará la votación de los diputados, el 29 de noviembre. Si se aprueba, el proyecto de ley será analizado por un comité parlamentario, donde los diputados podrán presentar enmiendas. Posteriormente será sometido a votación en la Cámara de los Lores, antes de volver a la Cámara de los Comunes. La actual composición del parlamento permite pensar que este proyecto de ley tiene muchas posibilidades para salir adelante. Según el texto presentado los adultos con enfermedades terminales y un pronóstico limitado tendrán acceso a la prestación siempre que sean competentes. Deberán ser evaluados por dos médicos independientes.

Suiza
Debate tras la primera utilización de la cápsula Sarco

La utilización de la nueva cápsula Sarco para un suicidio asistido ha despertado el debate sobre la necesidad o no de una ley que regule la muerte asistida en Suiza. Varios políticos han reclamado un nuevo marco legal, pero los directivos de las dos grandes asociaciones Exit (francófona y germanófona) se han posicionado muy claramente a favor de mantener la actual situación. En cuanto a las consecuencias inmediatas después del uso de Sarco, el copresidente de la asociación Last Resort ,que estuvo presente cuando se utilizó la cápsula por primera vez, sigue en la cárcel, y los medios de comunicación se hacen eco (sin pruebas ni confirmaciones oficiales del rumor) de señales compatibles con estrangulamiento en la persona que utilizó el dispositivo para morir.

Una enfermera condenada en el cantón del Tesino

Una enfermera que acompañó a siete italianos para un suicidio asistido en Suiza ha sido condenada por haber actuado con una ‘motivación egoísta’ ya que cobró por sus acompañamientos.

Canadá
Quebec permite solicitar la ayuda médica a morir en un testamento vital

Desde el miércoles 30 de octubre, Quebec es la primera provincia de Canadá que permite a las personas presentar solicitudes anticipadas de asistencia médica para morir (AMM) en cumplimiento de una ley aprobada por el parlamento provincial el año pasado. Las personas que deseen realizar la solicitud anticipada deben cumplir varios criterios: entre ellos, tienen que haber recibido ya el diagnóstico, lo que significa que no pueden realizar la solicitud en caso de que algún día sufran una enfermedad determinada. Además, en el momento de la solicitud la persona deberá poder describir con precisión los síntomas que podría experimentar en el futuro y que le harían querer recibir la AMM en caso de que ya no pudiera dar su consentimiento.

A nivel jurídico, en la actualidad el Código Penal de Canadá (de ámbito federal) prohíbe a los profesionales de la salud administrar la AMM a partir de un testamento vital. El gobierno de Quebec y varias asociaciones profesionales han estado presionando sin éxito al gobierno federal para que modifique el Código Penal desde el año pasado. En consecuencia, el gobierno provincial ha pedido a la fiscalía de la provincia no presentar cargos contra los médicos que cumplan con la ley provincial. El gobierno federal llama a la prudencia, pero se ha comprometido a no impugnar la ley quebequés. Recordemos que Quebec es la provincia pionera en Canadá en regular la eutanasia y también donde se realizan más prestaciones. En su reciente informe, la Comisión sobre los Cuidados al Final de la Vida indica que 5.717 quebequeses han fallecido con AMM en 2023-2024, lo que representa el 7,3% de los fallecimientos totales. 

Un juez de Columbia Británica detiene una eutanasia

Un juez de Columbia Británica ha suspendido durante 30 días la eutanasia de una persona a petición de su pareja de hecho. Los médicos tratantes de la mujer, residente en Alberta, le negaron la eutanasia aduciendo que la acatisia que padecía era tratable. La mujer se dirigió entonces a una médica de Vancouver muy conocida por su activismo a favor de la ayuda médica a morir, Ellen Wiebe, que aprobó la eutanasia. La pareja de la mujer acudió con éxito a los tribunales para detener el procedimiento. En su fallo, Simon Coval, juez de la Corte Suprema de Colombia Británica, dijo que la mujer parecía tener un problema de salud mental sin ninguna dolencia física. Explica que paró la eutanasia porque el caso era “claramente una situación de daño extremo e irreparable”. Reconoció que la orden judicial “es una intrusión grave” en la autonomía personal y médica de la mujer. “Solo puedo imaginar el dolor que ha estado sintiendo y reconozco que esta orden judicial probablemente lo empeore”, escribió. En su sentencia pone en cuestión el respeto de los requisitos de la ley por Elen Wiebe, dado que la situación médica de la mujer “no solo puede remediarse, sino que puede remediarse con relativa rapidez”, avalando así el informe de los médicos albertenses. De un tiempo a esta parte, la doctora Ellen Wiebe es víctima de una campaña bastante agresiva en los medios más retrógrados.

Multiplicación de bulos contra la eutanasia

El gobierno ha ordenado aplicar la eutanasia a pacientes con lesiones atribuibles a las vacunas contra la Covid para reducir los gastos del sistema sanitario’ o ‘Canadá propone la eutanasia a pacientes con trastorno psiquiátrico y a pacientes pobres y sin hogar’ son algunos de los titulares de las informaciones falsas que se difunden sobre la eutanasia en Canadá. La imaginación de los antieutanasia no tiene límites y estas fake news invaden los medios de comunicación menos escrupulosos. La doctora Ellen Wiebe es víctima también de una intensa campaña de difamación que la presenta como una asesina. Además, Amnistía Internacional y un sinfín de organizaciones de la sociedad civil mezclan el tema de la eutanasia con la defensa de los derechos de las personas con discapacidad y la reivindicación de mejores coberturas sociales.

Brasil
El escrito Antonio Cicero muere en Suiza por suicidio asistido

El poeta, filosofo y compositor brasileño Antonio Cícero, enfermo de alzheimer, viajó a Suiza para acabar con su vida mediante un suicidio asistido. En una carta de despedida, difundida por su familia, Cícero contó que «su vida se había vuelto insoportable» y que ya no podía escribir ni leer, que era lo que más le gustaba en el mundo. «Como soy ateo desde que era adolescente, soy consciente de que soy yo quien decide si mi vida vale la pena o no”, concluía. El caso ha reabierto el debate sobre la eutanasia en la sociedad brasileña.

Colombia
Intervención del Tribunal Supremo a favor del derecho a la eutanasia

Una vez más en Colombia, en ausencia de una ley de eutanasia, son los tribunales quienes defienden el derecho a acceder a la prestación y sientan jurisprudencia. En una sentencia que ampara a una paciente que había visto su solicitud de eutanasia rechazada por la entidad de salud de la que dependía, el Tribunal Supremo advierte que no puede aceptarse el argumento según el cual la solicitud de eutanasia está limitada a que no existan alternativas terapéuticas para una enfermedad terminal que causa un dolor. La decisión entre eutanasia y otra medida radica en la conciencia de cada ser humano y no en la posibilidad médica de continuar los tratamientos, incluso en contra de quien lo experimenta y como parte de su dignidad puede decidir la adecuación de dichos esfuerzos.

México
Iniciativa de ley de eutanasia en Ciudad de México

El pasado 30 de octubre, el Movimiento Ciudadano presentó en el Congreso de Ciudad de México una iniciativa de ley de eutanasia para que las personas con enfermedades terminales o con lesiones permanentes y dolorosas tengan derecho a  decidir sobre su muerte. Según la portavoz del grupo, esta propuesta reconoce el derecho de las personas a una vida saludable, así como la autonomía para decidir sobre su propio cuerpo. El texto había sido presentado sin anteriormente sin éxito en el parlamento federal. El proyecto de ley contempla reformar el código penal para garantizar que los médicos que asistan a las personas no sean perseguidos judicialmente. Actualmente, la Ley General de Salud prohíbe la eutanasia, por lo que es necesario que el congreso local envíe la iniciativa al Congreso de la Unión para que ahí se discuta y se apruebe. De esta manera se podría permitir la eutanasia en toda la República.

Australia
Esfuerzos para mejorar las leyes de muerte voluntaria asistida

La muerte asistida voluntaria se volvió legal en seis estados australianos y en el Territorio de la Capital en los últimos cinco años. Pero las asociaciones Dignity in Dying y Go Gentle Autralia insisten en que aún persisten desafíos, entre ellos la falta de conciencia de que la práctica es legal y está disponible, así como procesos de solicitud complejos e instalaciones de atención médica poco cooperativas. Constatan que mucha gente muere antes de poder acceder a la muerte asistida voluntaria”. Respaldan en particular el esfuerzo de Los Verdes para eliminar la llamada «cláusula mordaza», vigente en el Estado de Victoria, que prohíbe a los médicos iniciar una discusión sobre el procedimiento con los pacientes. “Esta norma absurda discrimina a los más vulnerables y debe ser eliminada”.