La eutanasia ya supone un 2% de los fallecimientos anuales en Canadá

Prensa DMDInternacional, Portada

Portada del informe de Canada 2019

Tres años después de la despenalización de la eutanasia en Canadá las muertes voluntarias cada vez son más frecuentes pese a contar con una de las leyes más restrictivas del mundo

En 2019 se practicaron 5.631 eutanasias en Canadá, según el informe anual sobre esta práctica publicado por su Ministerio de Salud (en inglés). La cifra supone un aumento de un 26% respecto del año anterior y que estas muertes asistidas representen un 2% del total de fallecimientos. El documento aborda todo tipo de cuestiones y está cargado de datos que ayudan tanto a entender el estado de la eutanasia en Canadá como a desmontar multitud de mitos.

De las más de 287.000 muertes que se produjeron en 2019 en Canadá, aproximadamente una de cada cincuenta fueron «médicamente asistidas». Es decir, fueron de personas que cumplían con los requisitos de la ley, completaron con éxito el proceso de pedir una eutanasia y decidieron adelantar el fin de su vida. Esta proporción (del 2%) es muy parecida a la de Bélgica.

El aumento de eutanasias entre 2018 y 2019 es pronunciado (de 4.467 en 2018 se ha pasado a 5.631 en 2019). Este ascenso no se debe a un cambio sustancial de la ley, ni a una flexibilización de criterios. La muerte asistida todavía es un derecho muy reciente en Canadá y está en proceso de asentarse. En Bélgica y Países Bajos, donde está reconocido desde 2002, sus cifras cambian muy poco de año en año. Probablemente Canadá observará una estabilización similar en los próximos años.

Los enfermos de cáncer terminal, los que más solicitan la eutanasia

Como en el resto de países donde la eutanasia es legal, la mayoría de personas que la piden se están muriendo de cáncer. Según el informe, los enfermos oncológicos representan dos de cada tres muertes asistidas. La proporción es casi idéntica a la de otros países.

Aunque menos frecuentes, también solicitaron ayuda para morir personas con cardiopatías (10,1%), con enfermedades respiratorias crónicas (10,8%) y aquejadas de dolencias neurológicas/degenerativas (10,4%).

La prevalencia del cáncer terminal como la principal dolencia de las personas que quieren adelantar su muerte también explica los rangos de edad más frecuentes en las peticiones de eutanasia. La edad promedio fue de 75 años, aunque la cohorte con más peticiones de ayuda para morir fue la de entre 65 y 70 años. Menos del 7% de las muertes asistidas fueron entre menores de 55 años.

La mayoría recibieron cuidados paliativos

Más del 80% de las personas que recibieron ayuda para morir en Canadá estaban siendo atendidas con cuidados paliativos. De las que no los estaban recibiendo, a un 90% se le habían ofrecido pero los rechazaron.

Estas cifras dejan desmontan, de un plumazo, dos mitos. Ni la eutanasia y los cuidados paliativos son incompatibles (en realidad son prácticas complementarias), ni despenalizar la eutanasia desincentiva la financiación de estos cuidados al final de la vida. Es más, la experiencia demuestra que legalizar la muerte asistida contribuye a ampliar y desarrollar la medicina paliativa. Nadie pide morir por un dolor tratable, sino cuando considera que ya no quiere la vida que tiene, ni la que le espera.

En el caso de Canadá, cuya ley es muy restrictiva y solo autoriza eutanasias a personas «con un pronóstico de vida limitado» es especialmente frecuente este solapamiento entre paliativos y eutanasia. Un caso como el de Ramón Sampedro, por ejemplo, quedaría fuera de la norma.

Los motivos tras las eutanasias

El informe del Ministerio de Salud también recoge los principales motivos para solicitar una eutanasia. Tampoco aquí hay sorpresas, y reflejan justificaciones parecidas a las de otros países donde también se recopila este dato.

Entre los motivos para desear adelantar la propia muerte destacan la pérdida de capacidades para llevar a cabo actividades satisfactorias (reportada por más del 82% del total) y actividades convencionales del día a día (78%). El dolor, o la espectativa de dolor, fue el motivo para aproximadamente la mitad de las personas que solicitaron una eutanasia. También en torno al 50% afirmaron sensación de pérdida de dignidad.

No todas las peticiones de eutanasia se aceptan

A lo largo de 2019 en Canadá se registraron 7.336 solicitudes de eutanasia. De estas, un 26,5% (casi 2000) nunca se llevaron a cabo. De estos, en algo más de 1.100 porque los pacientes fallecieron antes de completar el proceso. Otros 570 casos no se ajustaban a los requisitos de la ley y fueron rechazados. Por último, 263 personas retiraron su petición.

Todas las leyes de eutanasia del mundo contemplan la posibilidad de retractar la petición en cualquier momento del proceso. La eutanasia siempre es una petición personal de ayuda para morir (no pueden tomar la decisión ni padres, ni hijos, ni cónyuges, ni hermanos, ni nadie que no sea la propia persona interesada) y, aunque son pocos, en todos los países hay casos en los que se retira la petición.

Nace el grupo uruguayo MADU por la legalización de la eutanasia

Prensa DMDInternacional, Noticias, Portada

Ope Pasquet presenta su ley de eutanasia

Este 5 de agosto se ha presentado en sociedad MADU, una organización civil que luchará por la despenalización de la muerte asistida en Uruguay. El país lleva varios meses debatiendo públicamente sobre la eutanasia tras la presentación, en marzo, de un proyecto de ley de despenalización por Ope Pasquet, diputado del Partido Colorado.

Aunque MADU (Grupo de apoyo para una Muerte Asistida Digna en Uruguay) se ha presentado recientemente, se creó hace un año «con el objetivo de explorar la normativa internacional en la materia y los resultados de su aplicación», tal y como explican en su comunicado de presentación.

«[…] entendiendo que la vida es un derecho pero no una obligación de la persona, nos parece oportuno, sano y necesario el debate promovido en la opinión pública por el Cr. Sureda, el Sindicato Médico del Uruguay y la iniciativa del Dr. Pasquet, sobre la que tenemos varios matices importantes y sugerencias, pero que expresa la voluntad de avanzar en la modificación de una legislación anacrónica que se viene revisando en todo el mundo», asegura el comunicado.

Fernando Sureda, exgerente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, es un paciente de ELA que ha expresado públicamente su deseo de morir mediante una eutanasia. El Sindicato Médico del Uruguay (SMU), por su parte, publicó recientemente una encuesta sobre la eutanasia que reveló que más del 82% de la ciudadanía está a favor de su despenalización. Una cifra muy similar a la de España.

«Un Estado de derecho en un país laico debe garantizar los derechos de toda la población, por encima de creencias personales y honrando la libertad individual», aseguran desde MADU. «Esperamos por lo tanto que, con la clara inclusión de garantías en la legislación para limitar eventuales discrecionalidades del personal de la salud así como toda clase de presiones sobre el mismo y sobre el paciente, Uruguay daría un paso más en el respeto de los derechos humanos que expresen los estándares de dignidad de la persona humana».

Junto a su carta de presentación, MADU también ha hecho público un documento de observaciones y sugerencias sobre el proyecto de Ley de Eutanasia y Suicidio Asistido presentada por Pasquet.

El grupo fundacional de MADU lo componen Federico Preve, Margarita Percovich, Italo Bove, Rosario Aguirre, Clara Fassler e Isabel Villar, al que se han sumado otra veintena de personas.

El contacto con MADU se puede hacer a través del correo electrónico:

Absuelven a Marco Cappato y Mina Welby de cooperación con el suicidio de Davide Trentini

Prensa DMDInternacional, Noticias, Portada

Marco Cappato en un acto a favor de la eutanasia

El lunes 27 de julio, el tribunal de Massa (Italia) absolvió a Marco Cappato y Mina Welby (de la asociación Luca Coscioni) del delito de cooperación al suicidio del que se habían autoinculpado. La sentencia es una nueva victoria para la asociación italiana, que ha logrado ya dos sentencias favorables con su estrategia de desobediencia civil.

Welby y Cappato se habían autoinculpado de cooperar con el suicidio de Davide Trentini, un italiano de 53 años. Aquejado de esclerosis múltiple desde los 27 años, Trentini quiso viajar a Suiza, donde el suicidio asistido es legal, para poner fin a una vida que ya no deseaba. Falleció en abril de 2017 en plenitud de facultades mentales.

Esta sentencia se ha dictado apenas 7 meses después de que el Tribunal Constitucional italiano dictase que la cooperación con el suicidio es impune en algunas circunstancias y que pidiese al Parlamento una regulación clara de la eutanasia. Este fallo lo provocó también Marco Cappato con una jugada similar: ayudó a que Fabiano Antonioni (DJ Fabo) pudiese viajar a Suiza para morir y se autoinculpó.

No estaba claro que el dictamen del Constitucional fuese a aplicarse de nuevo porque Trentini no estaba vivo gracias a una máquina ni un tratamiento, mientras que Antonioni sí. Aun así, ambos tenían dolencias irreversibles que les provocaban un sufrimiento insoportable y conservaban la lucidez para tomar decisiones por sí mismos.

La Fiscalía había pedido para Welby y Cappato la pena mínima (3 años y 4 meses) tras reconocer que habían «actuado en interés de Davide Trentini» ya afirmar que creía en «sus nobles intenciones». Reclamó «una sentencia con todas las circunstancias atenuantes» y consideró que su actuación sí entraba dentro del delito de cooperación al suicidio que recoge el código penal italiano. Esta norma es aún más estricta que la española, que solo penaliza la «cooperación necesaria y directa» y deja impunes la información, el acompañamiento o incluso financiar un viaje a Suiza.

Desobediencia civil hasta que se despenalice la eutanasia

Antes de escuchar la sentencia, Mina Welby, copresidenta de la asociación Luca Coscioni, pidió ser encarcelada si esta era condenatoria. Marco Cappato, por su parte, aseguró que estaban listos para «aceptar con el máximo respeto la sentencia de mañana, sea cual sea el resultado, incluida la condena».

Su acto, explicaron, está dirigido a mover al Parlamento italiano a tomarse en serio la regulación de la eutanasia. «El interlocutor de nuestro acto de desobediencia divil es el Parlamento italiano […] al que hemos estado pidiendo durante 7 años que presten atención a este asunto», explicó Cappato en Facebook.

Tras la sentencia absolutoria, Cappato insistió en que está listo para reemprender «el camino de la desobediencia civil, ayudando de cualquier manera, con dinero o acompañando a aquellos que han decidido que ya no quieren vivir; todo el mundo tiene derecho a elegir el final de su vida». «Ayudamos a Trentini por un deber moral y lo volvería a hacer». Welby aseguró que ella también volvería a hacerlo.

Ambos reclamaron al Parlamento italiano que escuche las sentencias y a su población y empiece a trabajar de una vez en la despenalización de la eutanasia.

Primer suicidio asistido en Alemania tras la sentencia del TC reconociendo el derecho a la autodeterminación al final de la vida

Prensa DMDInternacional, Noticias

La histórica sentencia del Tribunal Constitucional alemán del 26 de febrero pasado reconoció el derecho a la libre determinación de la persona al final de la vida y, para hacerlo efectivo, el derecho a recibir ayuda. En consecuencia, al alto tribunal derogó el art.217 del código penal, introducido en 2015, que prohibía la ayuda “comercial” – es decir organizada, realizada por asociaciones o médicos – al suicidio.

Los medios de comunicación alemanes informan de que la asociación Verein Sterbehilfe, que aboga por el suicidio asistido en el domicilio del paciente, ayudó a morir a un hombre de 90 años en la residencia de ancianos donde vivía, con acuerdo de la dirección de la institución, el pasado mes de junio. El paciente era socio de la asociación desde hacía varios años y, cuando su estado empeoró, consultó con la dirección del establecimiento que, dada la nueva situación legal, autorizó la realización del suicidio asistido en sus instalaciones.

El director de la asociación Verein Sterbehilfe, Jakub Jaros, invita a partir de ahora a las residencias e instituciones que acogen a pacientes a final de la vida a modificar sus reglamentos de tal manera que “el derecho fundamental al suicidio y el derecho a la asistencia al suicidio reconocido en la sentencia reciente del Tribunal Constitucional, se puedan ejercer sin trabas”.

Se está desarrollando un intenso debate en Alemania, en el cual intervienen juristas, médicos y asociaciones, entre quienes piden permitir de la manera más amplia posible el ejercicio del derecho constitucional a la autodeterminación al final de la vida y quienes desearían regularlo de manera más restrictiva. El actual ministro de sanidad, de la CDU, se cuenta entre estos últimos.

El presidente de «la DMD sueca» asiste un suicidio y se autoinculpa para forzar a su país a legislar

Prensa DMDInternacional, Noticias

En Suecia, Staffan Bergström, médico jubilado y presidente de la RTVD, (organización homóloga de DMD) ha facilitado los medicamentos necesarios y asistido al suicidio de un paciente de ELA de 68 años, Per Maritz, que por las restricciones impuestas por la pandemia del COVID19, no pudo acudir a su cita con Dignitas en Suiza a principios del presente mes de julio. Bergström se ha autoinculpado para impulsar el debate social y provocar una toma de posición del sistema judicial.

Catedrático emérito de Salud Internacional de Karolinska Institutet, Bergström contactó con Maritz al leer su desesperado comentario en Facebook sobre su frustrado suicidio médicamente asistido y le ofreció su ayuda. Dice haberlo hecho, en primer lugar, para ayudar a una persona a liberarse de un grave sufrimiento, ya que como médico está en condiciones de poder hacerlo. Pero quiere también que su actuación llegue a probarse ante un juez, para saber si es «un criminal o no haciendo esto» y si va a perder su certificado de Idoneidad Profesional. La legislación sueca no condena el suicidio pero tampoco contempla el suicidio asistido, excluyendo al personal sanitario, que sin embargo puede ser inhabilitado en algunos casos. Staffan Bergström ha logrado ya abrir un debate público en Suecia, pero lo que en realidad quiere provocar con esta acción es que el juicio que determine su sentencia desemboque en una jurisprudencia clara e inequívoca sobre el suicidio asistido y la eutanasia. Según sus palabras, “los políticos suecos tienen fobia a tocar estos temas”,  lo que para él es “una postura miserable”.

Noticia traducida por DMD Internacional. Fuentes oficiales:
STV Nyheter
Aftonbladet

DMD-Asturias participa en la Comisión de estudio de la gestión de la COVID-19

Prensa DMDAsturias, Noticias, Portada

DMD-Asturias participará el próximo 21 de julio en la Junta General del Principado de Asturias, a petición del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, ante la Comisión Especial no Permanente de estudio de la gestión de la crisis sanitaria, social y económica provocada por la COVID-19. La asociación presentará una serie de reflexiones sobre la forma en que se ha aplicado la Ley del Principado de Asturias sobre derechos y garantías de la dignidad de las personas en el proceso del final de vida, en vigor desde octubre de 2018. Asimismo, ofrecerá propuestas de mejora sobre las actuaciones llevadas a cabo. 

La Comisión en la que intervendrá DMD-Asturias tiene como finalidad que los diferentes Grupos Parlamentarios de la Junta del Principado de Asturias recopilen información sobre lo ocurrido durante el periodo de alerta sanitaria en la región para así poder, en primer lugar, ofrecer un diagnóstico en base al cual poder elaborar propuestas que permitan buscar soluciones a los problemas detectados.

La intervención de DMD se centrará en cuatro aspectos:

El derecho a una muerte digna, definida ésta como una ‘buena muerte’ en la que se respeten los valores y creencias, sean estos los que sean, y en la que la persona tenga control sobre las propias decisiones a lo largo de todo el proceso. Se trata de un derecho reconocido por la ley y por tanto de obligado cumplimiento en todas las circunstancias, incluidas las generadas por una situación de crisis como la provocada por la COVID-19.

Los derechos no pueden ser ejercidos cuando se desconocen; es obligación de las administraciones darlos a conocer a la ciudadanía y, especialmente, a quienes tienen una mayor dificultad de acceso a este conocimiento. Las personas  de mayor edad (y en este grupo especialmente las mujeres), menor poder adquisitivo, dependencia o extranjería, van a necesitar recibir información específica y que se les facilite la comprensión de los términos de una ley que intenta asegurar algo que todo ser humano desea, pero que es difícil de gestionar desde que los procesos de la vida se han tecnificado tanto. Creemos que es necesario programar de forma sistemática actividades de formación/información que lleguen tanto a la ciudadanía en general -muy especialmente a los grupos más vulnerables por las causas señaladas anteriormente- como al personal sociosanitario.

La Atención Primaria es quien debe salir reforzada de esta crisis. Son las y los profesionales cercanos a quienes sufren algún tipo de patología quienes mejor pueden atender procesos sobrevenidos como el que hemos vivido. El cuidado a quien enferma no es sólo técnico, sino que tiene unas variables de relación humana que deben ser tenidas en cuenta. Conocer los valores y creencias ante la muerte de una persona no es algo que se improvise, exige una relación cercana y prolongada en el tiempo que sólo una Atención Primaria a cargo de profesionales con la dotación y disponibilidad adecuadas pueden atender.

La urgencia de la situación sobrevenida obligó a la elaboración de protocolos de acompañamiento que deben ser revisados de inmediato, en especial aquellos que se refieren a las Residencias de personas Mayores. La edad no puede ser vista como un factor discriminatorio y de pérdida de derechos; las personas que han optado por pasar su última etapa de vida en instituciones comunitarias de cuidado deben conservar sus derechos ciudadanos y en especial los que aquí se reivindican.

Finalmente, vamos a insistir en la urgente necesidad de poner en funcionamiento el Observatorio de la Muerte Digna de Asturias que es el órgano encargado de ir haciendo un mapa de los lugares y condiciones en los que se produce el proceso de final de vida en Asturias, de evaluar la calidad asistencial y de evitar la variabilidad geográfica, temporal y sociocultural de aplicación de los derechos que reconoce la ley.

Puedes ver la comparecencia pinchando aquí

Nola Egin Aurretiazko Borondateen Dokumentua Euskadin?

Prensa DMDEuskadi

Egina al duzu zure aurretiazko borondateen documentua?

Leer en castellano

Elkarrizketa benetan garrantzitsua

Heriotzaren gaia tabua da. Batzuetan deserosoa izan daiteke heriotzari buruz hitz egitea, baina pertsona guztiok pasako gara esperientzia horretatik. Heriotza biziaren baitan dago.

Inork ez daki noiz eta nola hilko den, baina eskubidea dugu, zuk ere bai, nola hil nahi dugun erabakitzeko, eta nola ez. Hitz egin ezazu horretaz senideekin, eta animatu beraiek ere ABD egitera!

Zer da ABD delakoa?

Agiri horretan adierazten duzu zein zaintza eta tratamendu jaso nahi dituzun, eta zeintzuk ez, baldin eta, zure osasunaren narriadura konponezina tarteko, adierazpen-ahalmena galduko bazenu.

Aurretiazko Borondateen Dokumentua (ABD) testu hauei jarraiki arautzen da: Pazientearen autonomiari buruzko 41/2002, Aurretiazko Borondateen Euskal Erregistroa sortu eta arautzeko 270/2003 eta 66/2018 dekretuen, eta Bizitzaren amaierako prozesuan pertsonen eskubideak eta duintasuna ziurtatzeari buruzko 11/2016 Legearen arabera.

Zergatik da garrantzitsua?

  1. Norberak erabakitzen du, nork bere balioen arabera; bizitzaren amaieran sufrimendua luza diezazuten saihestu ahalko duzu.
  2. Zure borondatea bete dadila bermatuko duzu, baldin eta ezin baduzu adierazi.
  3. Zama kentzen diezu senide eta pertsona kuttunei, erabaki zailak hartzeko atakan.
  4. Erraztu egiten diezu lana osasun-langileei, argi izango baitute pazientearen borondatea, senideei galdetu beharrik gabe.

DMD-DHEren Aurretiazko Borondateen Dokumentua

DMD-DHEk badu ABD egiteko eredua. Osakidetzarena baliatzea erabakitzen baduzu, puntu hauek txertatzea gomendatzen dizugu:

Uko egiten diot nire bizitza mantentzen laguntzeko tratamendu, esku-hartze edo prozedura orori: bizi-euskarri teknikak, zain barneko jariakinak, farmakoak (antibiotikoak barne), hidratazio edo elikadura artifiziala (zunda nasogastrikoa edo gastrostomia bidez), taupada-markagailua edo desfibriladorea. Aldibereko gaixotasunik (prozesu interkurrentea) edo adierazpen-ahalmena berreskuratzeko moduko (baina norbaiten mende bizi beharra eragingo lukeena) garun-kalterik izatera, ahalegin terapeutikoa duintasunez hiltzea ahalbidetuko didan modura egokitzea eskatzen dut.

Hil arte sedazio aringarri sakon eta jarraitua eragiteko farmako egokiak ematea eskatzen dut, beharrezko dosietan eman ere, hots, nire ordezkariaren ustean egoera horretan, inolako sufrimendu fisiko edo psikikorik izango ez dudala bermatuko duen dosian, baita tratamendu horrek nire bizitza murriztu balezake ere.

Narriadura kognitiboagatik edateko eta/edo jateko beste pertsona baten laguntza behar izango banu, nire borondatea da laguntza horri uko egitea; beraz, ez dut nahi beste inork ni elikatu edo hidratatzerik, koilara edo beste ezein tresna bitartez; aldiz, narriadura-prozesuan zehar ahuleria eta deshidratazioagatik ager litezkeen sintomen aurrean (aho-lehortasuna, egonezina, asaldura, mina…), bakean hiltzea ahalbidetuko didaten konfort-zaintzak jasotzea nahi dut.

Legeriak eutanasiaren bidez duintasunez hiltzeko eskubidea arautzen badu, nire ezintasun-egoera ez luzatzea eta azkar eta minik gabe hiltzea nahi dut, xede horretarako indarrean dagoen erregulazioaren arabera.

Nire zaintzaren ardura duen profesionalen bat jarraibide hauetako bakarren baten aurrean kontzientzia-eragozle azalduko balitz, hura beste profesional batek ordeztea eskatzen dut, hartara nire borondatea errespetatuko dela bermatuko delarik.

Ordezkarien izendapena

Ez da beharrezko ordezkaririk izendatzea; alabaina, DMD-DHEn gomendagarria iruditzen zaigu halakorik izendatzea. Ordezkarien zeregina osasun alorreko langileei jarduera mediku guztiek ABDan jasotako borondatea betetzen dutela exijitzea eta hala egiten dela egiaztatzea da. Gomendagarria da zure borondatearen jakitun diren pertsona gertukoak izendatzea, zeinekin gaiari buruz luze eta zabal mintzatu zaren.

Nola egiten da?

Deskargatu dokumentua hemen

ERREGISTROAREN LURRALDE ORDEZKARITZAN (hitzordua eskatuta)

• Araba: Olagibel kalea 38, Gasteiz. 945 01 71 48 – 945 01 71 50 tel.

• Bizkaia: Recalde zumarkalea 39, Bilbo. 94 403 15 00 tel.

• Gipuzkoa: Antso Jakituna 35, Donostia 943 02 30 06 tel.

ZURE OSASUN ZENTROAN (eskatu ABD egiteko hitzordua)

HIRU LEKUKOREN AURREAN
Adinez nagusiak. Ezingo dituzu lehen edo bigarren mailako senide izan, ezta ezkontide, izatezko bikotekide edo elkartze libreko kide ere, eta ezingo dute ondare-harremanik izan zurekin. Honela eginez gero, zu zeu arduratu beharko zara ABD Aurretiazko Borondateen Erregistrora bidaltzeaz, Osakidetzaren jarraibideei jarraiki.

NOTARIOAREN AURREAN (aukera hau ez da doakoa)
Zure ABD Aurretiazko Borondateen Erregistroan jasota geratuko da, eta zure historia klinikoan agertuko da. Zure medikuak kontsultatzeko moduan egongo da.

¿Cómo hacer el Documento de Voluntades Anticipadas en Euskadi?

Prensa DMDBlog DMD, Euskadi

Leer en euskera

El DVA: Una conversación importante

Existe un tabú social sobre la muerte. En ocasiones, puede ser una conversación incómoda, pero es algo por lo que todas las personas pasaremos. La muerte forma parte de la vida.

Nadie sabe cómo ni cuándo será su final, pero tienes el derecho a decidir cómo quieres y no quieres que sea. ¡Habla con tu familia sobre ello y anímales también a hacer el DVA!

¿Qué es el DVA?

Es un documento en el que manifiestas tu voluntad sobre los cuidados y los tratamientos que deseas recibir o rechazar en el caso de que, por el deterioro irreversible de tu salud, llegues a una situación en la que ya no puedas expresarte.

El Documento de Voluntades Anticipadas (DVA) se rige por la Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente, por los Decretos 270/2003 y 66/2018 por los que se crea y regula el Registro Vasco de Voluntades Anticipadas, y por la Ley 11/2016 de Garantías de los Derechos y de la Dignidad de las personas en el proceso final de sus vidas.

¿Por qué es importante el DVA?

  1. Cada persona decide por sí misma según sus propios valores, pudiendo evitar que prolonguen tu sufrimiento al final de la vida.
  2. Te aseguras de que se cumpla tu voluntad cuando ya no puedas expresarla.
  3. Alivias a tus familiares y personas queridas en la toma de decisiones.
  4. Facilitamos la tarea del equipo sanitario, que tendrá clara la voluntad de su paciente sin necesidad de acudir a familiares.

El Documento de Voluntades Anticipadas de DMD-DHE

DMD-DHE plantea un modelo de DVA. Si decides utilizar el que propone Osakidetza, recomendamos incluir los siguientes puntos:

Rechazo todo tratamiento, intervención o procedimiento que contribuya a mantener mi vida: técnicas de soporte vital, fluidos intravenosos, fármacos (incluidos los antibióticos), hidratación o alimentación artificial (por sonda nasogástrica o gastrostomía), marcapasos o desfibrilador. En caso de enfermedad añadida (proceso intercurrente) o daño cerebral con posibilidad de recuperar mi capacidad para expresarme, pero con una vida dependiente, solicito una adecuación del esfuerzo terapéutico que me permita morir con dignidad.

Solicito que se me administren los fármacos adecuados, en las dosis necesarias, para inducirme una sedación paliativa profunda y mantenida hasta mi fallecimiento, un estado en el que, a juicio de mi representante, no exista ningún sufrimiento físico o psíquico, incluso cuando este tratamiento pueda acortar mi vida.

Si por mi deterioro cognitivo necesitara la ayuda de otra persona para beber y/o comer, es mi voluntad renunciar a esa ayuda, por lo que no deseo ser alimentado, ni hidratado por otras personas, sea con cuchara o por cualquier otro medio, recibiendo los cuidados de confort que alivien los síntomas que pudieran aparecer durante mi proceso de deterioro por inanición y deshidratación (sequedad de boca, intranquilidad, agitación, dolor…), permitiéndome morir en paz.

Si la legislación regula el derecho a morir con dignidad mediante la eutanasia, es mi voluntad no prolongar mi situación de incapacidad y morir de forma rápida e indolora, de conformidad con la regulación establecida al efecto.

Si algún/a profesional responsable de mi asistencia se declarase objetor/a de conciencia con respecto a alguna de estas instrucciones, solicito que sea sustituido/a por otro/a profesional, garantizando así mi derecho a que se respete mi voluntad.

Nombrar representantes

El nombramiento de representantes no es obligatorio, sin embargo, desde DMD-DHE recomendamos hacerlo. Su papel será cerciorarse y exigir al personal sanitario que todas las actuaciones médicas respeten la voluntad que se ha expresado en el DVA. Es recomendable nombrar a personas cercanas que conozcan tu voluntad y con las que hayas hablado detenidamente sobre el tema.

¿Cómo se formaliza?

Rellena y formaliza nuestro modelo de DVA, que puedes descargar aquí

En la delegación territorial del registro (Pedir cita)

• Gasteiz. Tfno: 945 01 71 48 – 945 01 71 50

• Bizkaia: C/ Alameda DE Recalde, 39, Bilbao. Tfno 944031500

• Gipuzkoa: C/ Sancho el Sabio, 35, Donostia-San Sebastián. Tfno 943023006

En tu centro de salud
Pide cita para la realización del DVA

Ante tres testigos
Mayores de edad. No pueden ser familiares en primer o segundo grado, ni matrimonio ni pareja de hecho o unión libre, ni tener relación patrimonial contigo. En este caso, deberás encargarte tú de enviar el DVA al Registro de Voluntades Anticipadas, siguiendo las instrucciones de Osakidetza.

Ante notario (Esta opción no es gratuita)
Tu DVA queda registrado en el Registro de Voluntades Anticipadas y aparece en tu historia clínica. Tu médico/a puede acceder al contenido de tu DVA.

Que el covid no pise nuestros derechos

Prensa DMDAsturias, Blog DMD

Valentín Español Boren. DMD-Asturias. Artículo publicado originalmente en La Nueva España. 

Esta larga temporada de confinamiento que hemos vivido y sufrido, y de la que al menos parcialmente estamos saliendo, nos ha puesto en claro la importancia de sentirnos parte de una sociedad que ha velado por todos nosotros, que nos ha atendido en el complejo panorama sanitario que el virus ha provocado.

Situaciones de enfermedad y, desgraciadamente, de muerte de muchas personas, han sido noticia en los medios de comunicación uno y otro día; al tiempo que las campañas de información lideradas por profesionales de la salud y la administración sanitaria han procurado que el número de afectados fuera y sea en el futuro el menor posible.

Asimismo, hemos sabido de la soledad en la que demasiadas personas han estado obligadas a pasar días de incertidumbre sobre su salud en sus domicilios, centros sanitarios o en residencias de mayores sin poder sentirse acompañadas por sus seres queridos.

La situación ha sido muy compleja y, aun contando con asistencia sanitaria de calidad, hemos visto cómo en algunos casos quedaba de lado la dignidad de las personas en esta etapa de su vida, personas que no han podido decidir dónde y cómo hubieran querido pasar sus últimos días y qué cuidados querían o no querían recibir.

Sabemos que no siempre lo mejor es estar en un hospital, rodeados de personal sanitario al que no conocemos y ni siquiera podemos ver la cara, y de máquinas que, en demasiados casos, sólo sirven para diferir una muerte previsible. Morir con dignidad es morir como la persona desea, ya sea en su casa, en una residencia o en un hospital y con unos cuidados de calidad en uno u otro entorno, pero siempre con el consentimiento de la persona y con una toma de decisiones compartidas tras una información veraz. Evitar el encarnizamiento terapéutico está considerado desde hace bastante tiempo una buena praxis médica; por ello, en muchos casos, se debe evitar un ingreso en UCI que solo consigue retrasar la agonía y el momento final pero que lo acompaña de un sufrimiento innecesario.

Nuestra Asociación defiende el derecho a una vida y una muerte dignas por igual, es decir, pudiendo ejercer nuestro derecho a decidir qué queremos y qué no queremos para las situaciones en las que está en vilo nuestra salud. Defendemos que los profesionales conozcan y atiendan nuestros deseos en cuanto a atenciones, cuidados y tratamientos que recibimos. Derechos que están recogidos desde 2002 en la Ley de Autonomía del Paciente y, desde 2018, en la Ley del Principado de Asturias sobre Derechos y Garantías de la Dignidad de las personas en el Proceso del Final de la Vida

Defendemos pues, que se nos oiga en los momentos de tomar decisiones que nos conciernen, y si no las podemos expresar por el deterioro de nuestra salud, que se conozcan y cumplan las que tengamos escritas en el Documento de Instrucciones previas, herramienta que el derecho pone a disposición de todos. Tenerlo escrito y registrado nos garantiza que se cumplan nuestros deseos.

Ahora que parece que ha vuelto la calma, que los momentos más duros de la situación de alarma han pasado, creo que es tiempo de hacer un análisis valorativo que nos permita, como sociedad, reflexionar sobra la forma en que, ante cualquier contingencia, debemos seguir asegurando el cumplimiento del ejercicio de todos nuestros derechos en todos los momentos de nuestra vida y fundamentalmente en aquellos en que somos más vulnerables, la enfermedad y el proceso final de vida.